Vender baterías para automotores puede ser un buen negocio, pero es necesario tomar en cuenta las normas de seguridad necesarias para un buen almacenamiento, manejo y recarga de estos productos.
Los potenciales riesgos derivados de las operaciones que se llevan a cabo son:
• Contacto y proyección de ácido sulfúrico fuertemente corrosivo, siendo de mayor gravedad en el caso de explosión con rotura del recipiente de la batería. Utilizar equipo para protección de los ojos (lentes) y la piel (gabachas, guantes). También existen unidades de lavado para los ojos que utilizan agua destilada, la cual se aplica a los ojos en caso que accidentalmente caiga ácido de batería en los mismos.
Contacto con la corriente eléctrica en la utilización de los equipos de carga. Evite la sobrecarga de los tomacorrientes y utilice guantes que eviten la transmisión de corriente en la manipulación de baterías y conexiones.
• Explosión ocasionado por el desprendimiento de hidrógeno y oxígeno en presencia de un foco de ignición.
Este desprendimiento es débil con la batería en reposo o en descarga, pero alcanza su valor máximo al final de la carga y especialmente si se somete a una sobrecarga.
La generación de esos gases continúa durante aproximadamente una hora después de desconectar la corriente de carga.
Los potenciales riesgos derivados de las operaciones que se llevan a cabo son:
• Mecánicos de caída de objetos pesados sobre los pies y sobreesfuerzos en operaciones de manipulación manual y mecánica.
• Tropiezos con cables u objetos en lugares de paso.
• Higiénicos por inhalación de aerosoles de ácido sulfúrico.
Continuaremos con este tema en el siguiente artículo.
Saúl Eduardo Ramírez Seijas
VISCOSA
saul@viscosa.com