La paz interior es un producto de la administración asertiva de los pensamientos y la disposición a mantenerse en estados constructivos.
No “ocurre”, se construyen las condiciones para tenerla y sostenerla y a partir de ello se le experimenta.
En principio, esta condición está basada en el conocimiento de que las emociones son una respuesta física del cuerpo en función de los pensamientos que generamos.
La virtud que hemos de cultivar para liberarnos del sufrimiento es la ecuanimidad, que es la capacidad de mantener igualdad de ánimo sin importar lo que suceda, en contemplación objetiva de lo que se presenta.
Con la apertura suficiente para entender la vida y ser consciente de lo que hay frente a nosotros, sin prejuicios ni resistencia. Aceptando que en un mundo regido por causa y efecto, sólo hay consecuencias… nada bueno, ni malo… un eterno causar y vivir consecuencias; crecer a partir de los errores, a través de experimentar y vivir en incondicional aceptación de ser lo que hay y ver la vida en la frescura de un aprendiz de “vividor”.
Así pues, se hace necesario aprender a entrenar la mente, de manera que sea posible alternar la pausa correspondiente a toda vivencia y la reacción que sucedería de no estar completamente centrados en el presente.
Ser ecuánime tiene su raíz en hábitos con los que se causa el estado de paz en la mente de uno mismo: paciencia y objetividad frente a todo, gracias a cultivar hábitos de introspección visión constructiva intencional y serenidad mental con la frecuencia adecuada hasta que seamos capaces de responder automáticamente a todo con esa calma
Habiéndonos despojado de las ideas rígidas que no nos permiten ver la realidad tal cuál es y ejerciendo la voluntad para vivir en contemplación y no en reacción. A partir de las ideas correctas se puede ser feliz en realidad, independientemente de lo que nos esté pasando.
La verdadera paz no es producto de condiciones o posesiones, sino de ese dominio de la propia mente, donde se libera uno mismo del ir y venir de sus propios miedos y deseos para ser simplemente feliz. La intención de este libro es ayudar al lector a reunir esa claridad de ideas y ayudarle a descubrir los hábitos que requerirá si se propone ser feliz y vivir libre y en paz.
Silvia Larrave
Del libro “Ecuanimidad, En Busca de
la liberación del sufrimiento”
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