En muchas ocasiones he escuchado diferentes quejas de propietarios de vehículos que perciben mal olor en el escape. Algo como “como de huevos podridos” provenientes del vehículo.
Los causantes
- Los que se obtienen del petróleo, pueden variar su porcentaje de azufre dependiendo del tipo de crudo.
- Los pesados normalmente tienen un alto contenido de azufre.
- Los livianos tienen un menor contenido de azufre porque éste puede reducirse o eliminarse durante el proceso de refinación.
Las gasolinas con alto contenido de azufre, en combinación con la combustión y el trabajo del convertidor catalítico, se convierte en sulfuro de hidrógeno. Este gas es más pesado que el aire, es inflamable, incoloro, tóxico en altas concentraciones y muy maloliente aún en bajas concentraciones. Es el olor de la materia orgánica en descomposición, como los huevos podridos.
El mal olor en el escape de los vehículos equipados con motores de gasolina lo ocasiona el exceso de azufre en la gasolina.
Mientras que en Guatemala los niveles de azufre en los combustibles permanezcan altos, continuaremos conviviendo eventualmente con olores a materia orgánica en descomposición en el tubo de escape, por lo que debe considerarse como normal y no necesariamente una falla mecánica.
Al reducir el contenido de azufre en los combustibles, se obtiene una reducción inmediata en los niveles de hidróxido de azufre (SH2), dióxido de azufre (SO2) y material particulado (PM) de sulfatos, sin necesidad de realizar modificación alguna al parque vehicular.
Se recomienda en Guatemala reducir el contenido de azufre en la gasolina y el diesel a un máximo de 500 ppm cuanto antes y luego, cuando sea posible, establecer niveles máximos de 10-15 ppm para el diesel y 30 ppm en la gasolina.
En muchas ocasiones he escuchado diferentes quejas de propietarios de vehículos que perciben mal olor en el escape. Algo como “como de huevos podridos” provenientes del vehículo.
Los causantes
- Los que se obtienen del petróleo, pueden variar su porcentaje de azufre dependiendo del tipo de crudo.
- Los pesados normalmente tienen un alto contenido de azufre.
- Los livianos tienen un menor contenido de azufre porque éste puede reducirse o eliminarse durante el proceso de refinación.
Las gasolinas con alto contenido de azufre, en combinación con la combustión y el trabajo del convertidor catalítico, se convierte en sulfuro de hidrógeno. Este gas es más pesado que el aire, es inflamable, incoloro, tóxico en altas concentraciones y muy maloliente aún en bajas concentraciones. Es el olor de la materia orgánica en descomposición, como los huevos podridos.
El mal olor en el escape de los vehículos equipados con motores de gasolina lo ocasiona el exceso de azufre en la gasolina.
Mientras que en Guatemala los niveles de azufre en los combustibles permanezcan altos, continuaremos conviviendo eventualmente con olores a materia orgánica en descomposición en el tubo de escape, por lo que debe considerarse como normal y no necesariamente una falla mecánica.
Al reducir el contenido de azufre en los combustibles, se obtiene una reducción inmediata en los niveles de hidróxido de azufre (SH2), dióxido de azufre (SO2) y material particulado (PM) de sulfatos, sin necesidad de realizar modificación alguna al parque vehicular.
Se recomienda en Guatemala reducir el contenido de azufre en la gasolina y el diesel a un máximo de 500 ppm cuanto antes y luego, cuando sea posible, establecer niveles máximos de 10-15 ppm para el diesel y 30 ppm en la gasolina.
