El Polipropileno es un tipo de plástico utilizado para elaborar productos como envases de alimentos, tubería de agua caliente y en nuestro medio, para elaborar la cubierta exterior de las baterías ácido-plomo…
Si este material es abandonado en el suelo, tardará 1,000 años antes de ser absorbido por la tierra, aunque queda reducido a moléculas invisibles pero siempre presentes.
El peligro más grande se presenta cuando el Polipropileno es quemado, pues genera gases tóxicos o de “Efecto Invernadero” como el Dióxido de Carbono (CO2) y Clorofluorocarbonados, que causan el calentamiento global. Inhalar estos gases es mucho más dañino que fumar, pues además de provocar cáncer pulmonar, también dañan, los riñones, el corazón, el hígado y causan todo tipo de problemas respiratorios, infertilidad, defecto de nacimiento, desequilibrio hormonal, daño en el sistema nervioso, obesidad, salpullido, nausea, dolores de cabeza y más…
Es por estas razones la urgente necesidad que existe de que aprendamos a reciclar correctamente en nuestros hogares, trabajos y comunidades. Es un pequeño esfuerzo que representa una inmensa ayuda a nuestro planeta.
En Guatemala, Acumuladores Iberia posee la única planta de reciclaje de baterías ácido-plomo de Centro América, que cumple con todas las normas de seguridad internacionales para realizar este proceso. A través de esta empresa, nuestro gremio tiene la posibilidad de deshacerse responsablemente de las baterías de automóviles ya usadas.
En la planta, el polipropileno de las baterías es separado de los otros materiales en un molino de martillo y pasado por un proceso de lavado con agua alcalina PH14, que eli
mina todos los residuos químicos a los que estuvo expuesto. Posteriormente se vende a una empresa recicladora de plásticos, también ambientalmente responsable.