En sus inicios, los vehículos no cantaban con un sistema de iluminación, por lo tanto, sólo podían ser utilizados de día. En 1904, la compañía PEUGEOT, instaló lámparas colgantes de acetileno, con visibilidad deficiente.
En el año de 1912, CADILLAC instala, por primera vez, faros eléctricos en sus vehículos, dando inicio a la implementación del sistema eléctrico de iluminación, formado por luces de ciudad, luces altas y bajas, iluminación interior, iluminación trasera, luces de giro, de parqueo y luces de marcha hacia atrás.
En la década de 1990, se crean las luces de Xenón y Bi-xenón, un tipo de lámparas compuesto por una cámara de cuarzo especial; dentro de la cámara, se alojan dos electrodos de tungsteno y cargada con gas Xenón (de aquí el nombre de luces de Xenón), que producen una luminosidad de un 50% superior al Alógeno, consumiendo menos energía y mayor durabilidad.
En el presente siglo, hace su aparición la tecnología LED (Light EmittingDiode, Diodo Emisor de Luz). Ésta permite un ahorro del 80% del consumo de energía, reduce el consumo de combustible, el cableado del vehículo es más fino y los elementos generadores de electricidad son más pequeños y pueden ser sustituidos de forma individual o en conjunto, en caso de mal funcionamiento, sin necesidad de suplantar todo el faro, como ocurre actualmente con los de xenón y que, además, permite una mejor iluminación que el Xenón, sin molestar al conductor que viaja en sentido contrario.
Asimismo, la tecnología LED produce una luz totalmente blanca, similar a la iluminación de día, lo que se traduce en una mejor visión y percepción de la profundidad y los detalles, con una mejor adaptación a la capacidad visual nocturna del ojo humano.
Anteriormente, cualquier persona con conocimientos muy empíricos, podía reparar un sistema de iluminación o realizarle, como decimos en buen chapín, un chapuz. Hoy día, la modernización y nuevas tecnologías, exigen que este trabajo sea efectuado por un técnico especializado y preparado para realizar “EL Trabajo Bien Hecho”.
Desde entonces, el sistema de iluminación continúa en constante evolución; hoy día, encontramos vehículos que cuentan con un sistema de iluminación inteligente controlado electrónicamente, permitiendo que las luces se enciendan o apaguen automáticamente, el sistema AFS (AdaptativeFrontlightingSystem, Sistema Avanzado de Iluminación Frontal), es un sistema de faros que se adapta constantemente a las condiciones de la conducción, la circulación y el terreno.
También, el sistema AFS ayuda a que el vehículo no encandile a los conductores de otros autos que circulan en el mismo sentido o en sentido opuesto, ya que mediante sensores y cámaras va detectando a qué distancia se encuentran dichos autos y modifica el haz de luz.
Pero, para los ingenieros automotrices esto no es suficiente, actualmente, se están desarrollando sistemas de iluminación muy sofisticados, como Iluminación Laser, Iluminación Ecológica y otros, la incorporación de toda una tecnología de punta en el Sistema de Iluminación está dirigida a tener vehículos más seguros y cumplir con el objetivo primordial de ver y ser visto.
Anteriormente, cualquier persona con conocimientos muy empíricos podía reparar un sistema de iluminación o realizarle, como decimos en buen chapín, un chapuz; hoy día, la modernización y nuevas tecnologías exige que este trabajo sea efectuado por un técnico especializado y preparado para realizar “EL Trabajo Bien Hecho”. “Prepárate en Escuela Técnica Superior Kinal y evoluciona tus conocimientos en electromecánica y otras especializaciones de Mecánica Automotriz.”