Como lo hemos expuesto en anteriores publicaciones, similar a las bujías, filtros, tapones de radiador y combustible, los cables de las bujías son repuestos de tipo consumible; esto significa que tienen un tiempo de vida útil y que deben cambiarse como parte del mantenimiento normal del motor.
No es común cambiarlos por prevención, lo hacemos hasta que fallan y mientras esto sucede, nuestros vehículos pierden gradualmente su eficiencia.
Estos cables están diseñados para conducir el alto voltaje generado por la bobina hacia las bujías; los hay de muchos tipos y materiales y su falla más común es la falta de contacto provocada por factores como la temperatura y gases generados por el motor, la humedad del medio ambiente, entre otros.
Formación de sarro
Lo que comúnmente llamamos sarro en las terminales eléctricas y cables de bujías, es realmente óxido de cobre; éste se forma por el paso de corriente a través de los terminales eléctricos; aquí se desprende carbono, que al unirse al cobre de los cables y conectores, forma esa oxidación verde que interrumpe el paso de corriente y ocasiona el falso contacto.
El uso de grasa retarda la aparición del sarro, aunque, si la grasa no es de tipo dieléctrico, en algunas ocasiones, impide la buena conductividad. Los cables de bujías que no cumplen con las especificaciones originales del vehículo, tienden a causar este problema más rápidamente.
Rajaduras por temperatura
La temperatura normal de funcionamiento de un motor llega, con el tiempo, a quemar y endurecer el forro externo de los cables de bujías; mientras no se remuevan de su lugar seguirán transmitiendo corriente sin mayor dificultad. Sin embargo, el desmontarlos para cambiar bujías o moverlos por algún trabajo en el motor, tiende a quebrarlos (rajarlos) y permitir un salto de corriente que nos ocasiona una falla de cilindro.
Por eso, algunas veces el vehículo entra sin fallas y al hacer un cambio de bujías tenemos una falla que realmente no es de bujías, es un cable que ha estado expuesto a altas temperaturas por mucho tiempo y se quebró al desmontarlo.
Los cables de bujías que cumplen con especificaciones de tipo original (OE), deben cambiarse cada 50,000 km. Los cables de baja calidad que comúnmente compramos y que no cumplen con especificaciones originales, deben ser removidos cada 20,000 km. para evitar fallas de este tipo.
Actualmente, existen cables de bujías que vienen con las dimensiones correctas para cada motor; no obstante, debemos recordar que aún encontramos en el mercado vehículos con cables que se armaban en los talleres y/o tiendas de repuestos, las fallas de conectividad en este tipo de cables pueden ser más difícil de encontrar, debido a la cantidad de piezas y conectores que tienen.
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