La gran mayoría de vehículos modernos de alta gama incluyen en su equipamiento, el control automático de presión de neumáticos; sirve para vigilar continuamente la presión de los neumáticos durante la marcha y estando el vehículo parado. Asiste en todo momento al conductor en la función de mantener controladas las presiones que ha puesto en los neumáticos y emite avisos correspondientes en el cuadro de instrumentos al producirse cualquier pérdida de presión. La transmisión de datos de los sensores de las ruedas hacia la unidad de control se lleva a cabo de forma inalámbrica, por radiofrecuencia (gama de Alta Frecuencia AF).
En la válvula de cada neumático va montada una unidad de sensor transmisor, que emite una señal de radiofrecuencia en intervalos periódicos hacia el receptor, el cual retransmite las señales a la unidad de control para vigilancia de la presión de neumáticos.
La unidad de control para vigilancia de la presión de neumáticos analiza las presiones de los neumáticos y sus fluctuaciones, incluyendo el neumático de repuesto y transmite los mensajes correspondientes del sistema al cuadro de instrumentos, los cuales se visualizan para el conductor a través del display en el sistema de información u ordenador de abordo.
Ventajas de este sistema:
Más seguridad mediante mensajes oportunos del sistema, si un neumático tiene muy baja presión.
Un mayor nivel de confort, por eliminarse la revisión periódica de la presión de los neumáticos. Sólo es necesario corregir la presión de los neumáticos si está dada la indicación correspondiente.
Una mayor vida útil de los neumáticos (una presión 0,3 bar por debajo de la especificada puede reducir la vida útil hasta un 25 %).
Un menor consumo de combustible, gracias a la presión correcta de los neumáticos.
Condiciones en el control de presión de neumáticos
Se diferencia entre las siguientes situaciones:
Perdidas lentas de presión:
Un 85 % de los “reventones” de neumáticos se deben a pérdidas lentas de presión. La causa del reventón reside en un calentamiento excesivo debido a un trabajo de sobreflexión al circular a alta velocidad con una presión de inflado demasiado baja.
Perdidas repentinas de presión:
En este caso, el conductor se da cuenta inmediatamente de este fenómeno a través de las reacciones extrañas que muestra el vehículo.
Disposición general del sistema en el vehículo
El control automático de presión de neumáticos consta de los siguientes componentes:
5 sensores de presión de neumáticos
Unidad de control para vigilancia de presión de neumáticos
Cuadro de instrumentos y selector de funciones
Si te rotan las ruedas probablemente la información que le muestre a el ordenador de a bordo no sea la correcta o, en su caso, es posible que no sepa analizar la información, el sistema utiliza cuatro canales de comunicación, uno para cada rueda y cada uno con una codificación distintas. El propio manual del vehículo recomienda que no se haga rotación de las ruedas sin tomar en cuenta que en caso de hacerlo, deberá desmontar las llantas de sus aros y mantener los sensores cada uno en su sitio o bien llevarlo al concesionario autorizado para que realice el reconocimiento de las nuevas ubicaciones de las válvulas, a través de reprogramación con el equipo de diagnosis original.