Lo conocemos como aceitera y es el depósito que sirve de cierre a la parte inferior del motor, siempre hemos considerado que su misión es acumular el aceite, cuando no está circulando el lubricante.
Aunque las funciones principales de esta pieza son:
Limpieza:
Ya que los aceites lubricantes de motor contienen aditivos detergentes y dispersantes, los cuales cumplen la función de limpiar de partículas contaminantes procedentes del proceso de combustión o contaminantes externos procedentes de una mala filtración.
Dichos contaminantes se depositan en el filtro de aceite o cuando la máquina está apagada, por medio de gravedad se acumulan en el fondo de la aceitera.
Refrigeración:
El motor se somete a altas temperaturas de trabajo, dependiendo del diseño del vehículo y su funcionamiento, la cámara de combustión se encuentra desde 450°C hasta 900°C. Una de las herramientas de extracción de calor del motor es el aceite.
Por lo cual, en su circulación por el sistema de lubricación, el depósito tiene la función de ayudar al aceite a estar el tiempo suficiente para que aminore su temperatura.
Se fabrica en chapa de acero o en fundición de aluminio (por su mejor disipación de calor), generalmente tabicado para evitar desplazamientos indeseados de aceite, por efecto de la inercia y/o la fuerza centrífuga cuando el vehículo está en movimiento.
Ello provocaría aumentos puntuales del nivel del aceite en determinadas zonas, las cuales traerían consigo formación de espumas al ser batido por los codos del cigüeñal. En casos específicos, provoca el desabastecimiento de la bomba, descebado del circuito.
En su parte inferior, dispone de un tapón de vaciado, en muchos casos con propiedades magnéticas, para atraer posibles residuos metálicos a base de hierro.
En algunas marcas o líneas de vehículos, los fabricantes optan por no colocar esta opción, para que así la operación de sustitución del lubricante se realice con plenas garantías en un taller que disponga con equipo de aspiración de aceite usado.
En algunas ocasiones se dispone un aleteado en la superficie superior del cárter, mejorando así la refrigeración y apoyando el aumento de la rigidez estructural del mismo.
Cuando se procede a desmontar esta pieza, se debe evitar utilizar elementos punzantes entre el bloque y la aceitera. Pero en el caso del montaje, se busca la estanqueidad en sus uniones. Anteriormente se utilizaban juntas de corcho, en la actualidad, los fabricantes de vehículos aplican una junta a base de silicona.
Con el apriete de los tornillos se sigue un orden lógico, en el que se empiece por roscar todos y cada uno de ellos, apretando después en tandas, comenzando por el centro y concluyendo con los extremos, de tal forma que el sello quede perfectamente extendido y sin pliegues, arrugas o bolsas provocadas por un apriete desordenado.
Ing. Leonel Gamboa
Consultoría y Capacitaciones en Mantenimiento
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