Todos los que conducimos vehículo, salimos todos los días a la calle disfrutando de la ventaja que nos da el poseer una herramienta que nos permite movilizarnos más rápido y a mayor distancia.
Y es este recorrido diario es el que nos lleva a que, cada cierto tiempo, tengamos que visitar el taller de nuestra preferencia. Pero, a veces, se nos hace necesario visitarlo antes de la fecha de servicio, pues en el camino nos topamos con objetos que pueden dañar nuestro automóvil.
No es de extrañar el que alguna vez se nos astille el vidrio delantero por alguna piedra, alguna lámpara o hasta el radiador. Pero el siniestro que menos deseamos, pero que alguna vez pasa, es el encontrarnos con algún hoyo en el camino que golpee la parte baja del vehículo o una piedra enorme, que hasta cerramos los ojos esperando que al momento de pasar sobre ella no nos golpee y si nos golpea, no provoque mayor daño. No siempre corremos con tanta suerte como esperábamos y la caja automática no queda libre de esto.
Aunque en el lugar donde estacionamos por la noche no vemos manchas de aceite o agua, sentimos que hay momentos donde la caja manifiesta cambios erráticos, no conecta tan rápido como siempre hacia adelante o hacia atrás y así, una serie de síntomas que antes no tenía. Hacemos la revisión del aceite y está de buen color y el nivel es el correcto, pero sigue teniendo fallas. Lo llevamos al taller y les comentamos lo que nos pasa y hacen una revisión y sólo nos dicen que la aceitera está apachada por la piedra que golpeamos la última vez, pero no tiene fuga de aceite, que el golpe no debería ser la razón.
Aunque no parezca posible, los golpes en la aceitera, tanto de motor, como en la caja automática, si pueden provocar daños mayores en dichos componentes. ¿Por qué? Pues en el caso de la caja automática, cuando llevan aceitera en la parte de abajo, en el espacio que da dicha aceitera, se encuentra el filtro de aceite que va sumergido en el aceite que la caja usa, pero al momento de que la aceitera se dobla, ésta se pega al filtro, a tal punto, que dificulta el paso normal de aceite por el filtro, provocando que la caja manifieste síntomas como los que comentamos.
Peor es aún, en el caso de las cajas que no llevan la aceitera por la parte de abajo, el golpe puede dar directamente en la caja y por ser esta parte de aluminio, lo más probable es que existan rajaduras que, con el tiempo, se abren y fugue por allí el aceite hidráulico.
En el primer caso, la solución es enderezar la aceitera o reemplazarla y cambiar el filtro de aceite.
En el segundo caso, si la rajadura es menor, se puede solucionar con pegamento; de no ser así, no queda más que desmontar la caja y cambiar la parte quebrada.
Claro está, no queremos vernos en esta situación, pero en algún momento estos sucesos imprevistos se dan, por lo que es aconsejable llevar el vehículo a revisión lo antes posible, si éste recibe un golpe en la parte baja.
Marcos Carrillo
TRANEX GUATEMALA /EL SALVADOR