Era 1933 y Adolfo Hitler, en busca de que Alemania fabricara un vehículo sencillo, robusto y de bajo mantenimiento, se reunió con Ferdinand Porsche y discutieron el desarrollo del “Volkswagen”, que en español significa “el automóvil del pueblo”. Después de 5 años sale a la luz, el Volkswagen “Tipo 1”, o “Sedán” apodado como “Escarabajo” en lugares como España y Argentina, “Pichirilo” en Colombia, “Gongorocho” en Venezuela, “Vocho” en México y “Cucarachita” en países como Guatemala y el resto de Centroamérica.
Pero sus orígenes se remontan a unos años antes, cuando el diseño ya tenía influencias de los Tatra T97 de Hans Ledwinka y el Porsche Tipo 12. Tatra, quien lanzó estos vehículos de 1936 a 1939, logró solamente fabricar 588 unidades.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Tatra, el fabricante checo, demandó a Volkswagen, pero ésta se detuvo cuando Alemania invadió Checoslovaquia. El caso fue reabierto después de la Segunda Guerra Mundial y en 1961 Volkswagen fue obligado a pagar 3 millones de marcos alemanes, unos 3.5 millones de dólares americanos.
Éste ha sido el vehículo con más tiempo de producción de la historia, 65 años hasta que nos dio el “adiós” definitivo en 2003, reuniendo un volumen de venta de casi 22 millones de unidades alrededor del mundo. Poco a poco, la fabricación fue disminuyendo, Alemania dejó de producirlo en 1980 y dejó a México como los productores exclusivos de este pequeño gran gigante.
Con un motor de 4 cilindros tipo Bóxer ubicado en la parte trasera, al igual que su transmisión y con un sistema de enfriamiento por aire, se colocó como uno de los emblemas de la industria automotriz europea y mundial.
El último VW Escarabajo fue construido en Puebla, México y se exhibe actualmente en el museo de Autostadt en Wolfsburg, Alemania. La despedida fue hecha al estilo mexicano, con mariachis entonando “Las Golondrinas”, un tema musical utilizado generalmente para las despedidas tristes.
En Guatemala, se estima que hay alrededor de mil Cucarachitas, pero desafortunadamente muchas de ellas ya no recorren las calles, gran parte de ellas se encuentran buscando un coleccionista o bien, un amante de estos carros que busquen restaurarlos y mostrarla a futuras generaciones manteniendo su legado.
Y ustedes ¿Han conducido uno de estos?
Juan Carlos García
Inteligencia de Mercados
