La crisis del petróleo no solo ha afectado a consumidores sino también a los mismos constructores de vehículos. En la historia de la humanidad este fenómeno ha permanecido latente durante las últimas décadas.
Por ejemplo, en 1973 luego de la guerra del “YomKippur” que enfrentó a Israel con Siria y Egipto, los países miembros de la OPEP (Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo) decidieron no seguir exportando el crudo a las naciones que apoyaron al régimen israelí; entre ellos se encontraban Estados Unidos y sus aliados en Europa.
Esto dio paso a la impensable “Primera Crisis del Petróleo”.
Pero, ¿a dónde nos llevará esto? En ediciones pasadas hablamos del “Pico de Hubbert”, que no es más que una influyente teoría sobre el agotamiento del petróleo; ésta afirma que llegará un momento en el que la producción mundial de petróleo registrará un punto máximo y de allí en adelante decrecerá con la misma velocidad con que creció.
Por ello es inevitable la necesidad de encontrar el sustituto ideal de los combustibles fósiles, es decir, combustibles alternativos que poseen las siguientes características:
Emiten menos contaminación ambiental.
Se vuelven recursos naturales y sostenibles.
Pueden lograr que las naciones sean energéticamente independientes.
El departamento de Políticas Energéticas de EEUU consideró 8 combustibles alternativos como notables en 1992. Estos eran:
- El Etanol: basado en alcohol y cosechas fermentadas ya sea de maíz, cebada o trigo. El punto negativo se concentra en el precio de los alimentos y su disponibilidad.
- El Gas Natural: este es un combustible que quema limpio y está disponible en muchos países del mundo. La desventaja de esta alternativa es que su producción crea metano, un gas invernadero.
- La electricidad: la cual es producida a través de una reacción electroquímica que ocurre cuando el hidrógeno y el oxígeno se combinan.
- Hidrógeno: su desventaja es el alto costo de producción.
- El propano: (también conocido como gas licuado de petróleo).Este es un sub producto del gas natural y del petróleo (en menor cantidad por supuesto) pero también produce grandes cantidades de metano.
- El biodiésel: producido a base de grasas vegetales o animales. Es biodegradable pero necesita de grandes inversiones de infraestructura para su producción, procesamiento y distribución.
- El Metanol: es conocido como “el alcohol de madera”. Los fabricantes de vehículos no lo aprueban por ser un producto demasiado inflamable y tóxico.
- Combustibles P Series: son una combinación de etanol y gas natural entre otros, aunque por ser un sub producto del primero posee sus mismas desventajas.
El año pasado Guatemala pagó cerca de los $3 mil millones en cuestión de combustibles fósiles. Aunque no podemos producir nuestro propio petróleo sí podemos hacer nuestro propio etanol; ya que nuestro país produce 65 millones de galones de alcohol al año, cantidad suficiente para realizar dicha mezcla.
Y ustedes ¿cuál prefieren?
Juan Carlos García
Analista de Mercados