El intercambiar bujías es una práctica común en nuestros países, lo hacemos por muchas razones y, casi siempre, sin pensar en las consecuencias de funcionamiento que esto conlleva. Algunos cambios, como el Rango Térmico, no son visibles. Otros son más obvios, pero no creemos que puedan afectar el rendimiento del motor.
A continuación algunos ejemplos.
Modificar el tamaño del hexágono de apriete también modifica el diámetro del aislante térmico; esto afecta directamente el ajuste entre el capuchón y la bujía, obteniendo con esto, una entrada de humedad, sarro y, finalmente, una falla por mal contacto o salto de chispa.
CAMBIAR EL HEXÁGONO DE APRIETE
Instalar un juego de cables o bujías con tipos diferentes de conector al indicado por el fabricante, ocasionará un mal contacto, la chispa deberá saltar entre los conectores, en lugar de viajar por ellos; este salto eléctrico repercute directamente en la intensidad final de la chispa.
Estos son solamente dos ejemplos de las consecuencias de una mala aplicación de bujías y son la razón por la que los fabricantes de repuestos insisten en la aplicación de productos según catálogo.