Las cadenas se utilizan para transmitir potencia, ya sea para conducir maquinaria o materiales a lo largo de transportadores. Las cadenas pueden ser descritas como una serie de cojinetes lisos conectados por placas de unión o barras laterales.
Las cargas y tensiones se transmiten, por lo cual se necesita lubricación para evitar el desgaste que se produce por el contacto de metal a metal entre los pasadores y bujes.
Una buena lubricación debe proporcionar una mayor duración de la cadena.
Varios fabricantes de cadena ofrecen productos que pueden operar con poca lubricación. La mayoría de estas cadenas utilizan un casquillo de metal sinterizado o sello para extender la vida del lubricante proveniente de fábrica.
Estas cadenas dan muy buen servicio en ciertas aplicaciones; pero, muchas veces, una cadena estándar con una buena lubricación desempeña un mejor rendimiento a un costo menor.
Es muy importante determinar la carga y la velocidad; esto se muestra claramente en las tablas de potencia para cadenas de rodillos, cadenas de acero y cadenas silenciosas.
El problema principal es conseguir lubricante suficientemente limpio para las superficies de apoyo de pernos, bujes y rodillos. Esto se hace aún más difícil por el hecho de que las cadenas se están moviendo y es casi imposible conseguir el acceso directo a las superficies de apoyo.
Estos factores se aplican a casi todas las cadenas, pero los detalles pueden diferir ampliamente con el tipo de aplicación y el tipo de cadena usada.
PROPÓSITO Y CARÁCTERÍSTICAS DEL LUBRICANTE
Las cadenas necesitan de lubricación por seis razones importantes:
- Ayuda a prevenir el desgaste de la articulación de pin-casquillo.
- Ayudan a soportar cargas por impacto.
- Disipa el calor.
- Sirve para arrastrar partículas de desgaste y otros materiales extraños provenientes de la cadena a la rueda dentada de contacto.
- Evita corrosión y herrumbre.
- El lubricante utilizado para la mayoría de las cadenas debe tener las siguientes características:
- Baja viscosidad, la suficiente para penetrar entre los cojinetes y uniones.
- Aditivos adecuados con la viscosidad específica para mantener la película lubricante ante diferentes presiones.
- Limpia y elimina sustancias corrosivas.
- Capacidad para mantener cualidades lubricantes en condiciones imperantes de trabajo
Estos requisitos los cumplen, por lo general, un buen aceite lubricante mineral, con los aditivos químicos necesarios como antiespumantes, antioxidantes o aditivos antidesgaste.
Aceites de bajo costo o grado incorrecto de lubricación deben ser evitados, ya que no lubrican la cadena con eficacia.
Algunos aditivos detergentes evitan partículas abrasivas, que pueden dañar la cadena sin posibilidad de reparación.
La mayoría de los fabricantes de cadenas aplican una jalea de petróleo (similar a la vaselina) o grasa a la cadena. Ésta en condiciones de movimiento lento, funcionan muy bien y no es necesario añadir más lubricante.
Considere que aceites muy pesados o grasas no deben ser utilizados para lubricar una cadena en condiciones de servicio normales. Por lo general, son demasiado viscosos para penetrar en las superficies de la cadena, donde más se necesitan y pueden reducir la eficiencia de transmisión de potencia de ésta.
La grasa puede ser utilizada en grandes cadenas que tienen accesorios de inyección en puntos críticos.
LUBRICACIÓN EN CADENAS DE TRANSMISIÓN
Se utilizan tres métodos de lubricación: manual, baño de aceite y lubricación continua de aceite. Estos tres tipos de
lubricación son una parte importante para la selección del lubricante, ya que sirve para mantener la carga y la velocidad dentro de los límites permisibles.
Una cadena de transmisión de acero tiene ranuras que el lubricante debe seguir para llegar a las zonas del rodamiento. Es importante aplicar el aceite a los bordes superiores de las placas de enlace. Esto asegura que el aceite puede penetrar en las superficies críticas de los cojinetes.
El Lubricante debe ser aplicado a la cadena en el tramo flojo, de manera que las distancias entre rodamientos y placas estarán más abiertas, para que el aceite fluya a través de ellos y debe ser aplicado al interior del bucle de la cadena, lo que hace que la gravedad y la fuerza centrífuga ayuden a que el aceite fluya hacia la cadena y no simplemente escurra.
La anterior tabla es una referencia, ya que teniendo en consideración es más importante determinar la lubricación de la cadena en base a la velocidad y la carga. De estos factores dependerá el método de lubricación más adecuado, de los siguientes:
LUBRICACIÓN MANUAL
Debe hacer sólo cuando el motor esté apagado. Para este tipo de lubricación, una persona aplica aceite a la cadena con un cepillo o trapo de mechas.
El aceite debe ser aplicado a la cadena cada ocho horas de funcionamiento. Dicho tiempo puede variar de las condiciones ambientales y de funcionamiento de la unidad.
Se tiene como objetivo que la cantidad y frecuencia de la aplicación de aceite de la cadena, debe ser suficiente para prevenir oxidación. Si llegase a oxidarse es un indicativo que el método de lubricación no es el adecuado.
LUBRICACIÓN DE CADENAS EXPUESTAS
Algunas cadenas de transmisión se utilizan en equipos móviles, donde la cadena está expuesta a la intemperie y otros elementos y sólo se pueden lubricar manualmente.
Estas cadenas a menudo se sumergen en el barro o agua durante mucho tiempo sin ser limpiado o lubricado. Éstas se oxidan rápidamente bajo tales condiciones, dicho óxido interno y suciedad acumulada pueden obstruir los espacios libres de la cadena, de modo que no puede entrar lubricante si se aplica.
Las cadenas utilizadas en tales condiciones necesitan ser limpiadas y relubricarse regularmente.
A pesar de que el abrasivo mezclado con lubricante forma un compuesto o lodo, se recomienda la lubricación debido a que los efectos de la lubricaciónexcoriación puede destruir la cadena más rápido que el desgaste abrasivo.
El apelmazamiento puede sellar las juntas y prevenir lubricación efectiva, dando lugar a un rápido desgaste corrosivo.
LOS LUBRICANTES SINTÉTICOS
Varios tipos de lubricantes sintéticos pueden utilizarse en altas temperaturas. Dependiendo del tipo, pueden trabajar a temperaturas de 300°F (150°C) hasta 700°F (370°C). Este tipo de lubricante se utiliza a menudo donde la cadena está expuesta directamente a una fuente de calor o llama y se puede utilizar en temperaturas de 550°F (288°C) a 1000°F (538°C). Su composición contiene antifriccionantes como el grafito o el disulfuro de molibdeno.
El desarrollo de estos productos se está realizando a pasos agigantados por lo cual tenga en consideración estar abierto a probar el rendimiento de los mismos.
Ing. Leonel Gamboa
Consultoría y Capacitaciones en
Mantenimiento
g.tribologia@gmail.com
