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Cambio de pastillas en el sistema de frenos de disco

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Cuando se adquiere un carro nuevo o usado, siempre se debe tener en mente darle el mantenimiento preventivo correspondiente. Dentro de este contexto, nos referiremos al cambio de pastillas en los sistemas de frenos de disco (brakepads).

El otro sistema es el llamado frenos de tambor (brakedrum), que utiliza las llamadas “zapatas”, al que nos referiremos en una próxima ocasión.

Se dice que el sistema de frenos de disco es más efectivo en distancias cortas, comparado con el sistema de tambor. Pero vale la pena mencionar que a principios de los años setenta, la mayoría de vehículos aún tenían instalado un sistema de frenos de tambor en las cuatro ruedas. Por otra parte, la duración de las pastillas de frenos de disco es menor que la de las zapatas de los frenos de tambor.

Se recomienda dar servicio preventivo al sistema de frenos aproximadamente a los 70,000 kilómetros o 40,000 millas antes de que se “embreque” (comúnmente los mecánicos utiliza el término “embrecar” del inglés tobrake, verbo del cual uno de sus significados es frenar) en lugar de frenar o enfrenar.

Este problema se refiere a que el sistema se ha quedado atascado en el punto donde el émbolo de la mordaza (calliper o caliper) debe deslizarse, hacia afuera y hacia adentro de la cavidad, con la presión hidráulica ejercida por el líquido de frenos, a través de la bomba central y bombas auxiliares de cada rueda.

Este problema se puede presentar en cualquier momento de la vida útil de un carro, tomando en cuenta su uso, el recorrido, los materiales del cual están hechos los empaques, entre otras causas.

 

ADVERTENCIA:

Con la entrada del invierno aumentan las posibilidades de que esto le pase a nuestro carro. 

Podemos suponer que nuestro carro tiene este problema cuando percibimos que ha perdido la capacidad de rodar, algo parecido a tener aplicado el freno de estacionamiento. Hay varias maneras de diagnosticar este problema; le puede suceder lo que anteriormente mencioné, tendrá suerte si usted puede llegar al taller mecánico o a su hogar.

En el peor de los casos, necesitará que lo transporte una grúa. Si el caso es que usted pudo llegar a casa, con las precauciones debidas, palpe el aro de la rueda, si uno está mucho más caliente que los demás, muy probablemente allí se encuentre el problema. Levante el carro sobre torres o una rueda a la vez; haga girar con sus manos cada rueda, si gira con facilidad, todo está bien. Si presenta problemas para girar y usted tiene que aplicar mucha fuerza o simplemente no puede girar, entonces ha encontrado el problema.

Cualquiera que sea la razón, servicio preventivo o se atascó el sistema de frenos, el procedimiento será el mismo. Este procedimiento es aplicable a sistemas de frenos de disco, tanto en el eje delantero, como trasero.

 

  • Afloje las tuercas o tornillos de la(s) rueda(s) correspondiente(s).
  • Levante el carro sobre torres o trozos, a la altura conveniente para poder trabajar libremente bajo el carro.
  • Quite la rueda correspondiente.
  • Con una pinza, cierre la manguera que transporta el líquido de frenos.
  • Desenrosque la tuerca que fija la manguera del líquido de frenos a la mordaza.
  • La mordaza está a la vista; está fijada por medio de 2 y a veces 4 tornillos, pernos o pasadores (pins). Según el caso, debe quitarlos todos. Los pasadores se pueden expulsar con un punzón botador.
  • Antes de quitar la mordaza de su lugar, gírela de manera firme para que queden expuestas las pastillas. Extraiga las pastillas. Cierre la mordaza.
  • Colóquela sobre el banco de trabajo o en el suelo, sobre una tabla para que no se lastime.
  • Abra y separe la mordaza. Envuelva la mordaza de cierta manera, con un paño o trapo del tamaño adecuado. Sople aire de compresor dentro del agujero donde circula el líquido de frenos. ¡CUIDADO!, para que sea expulsado el émbolo de la mordaza y sea recibido por el trapo mencionado.
  • En el borde de la cavidad observará un retenedor de hule, el cual pierde su elasticidad pasado el tiempo y es entonces que puede provocar que el émbolo se atasque y pierda movilidad. También encontrará un empaque de hule insertado en un angosto canal en el contorno interior de la cavidad, el cual sirve para que, en un normal funcionamiento, el émbolo se deslice, pero que no haya fuga de líquido de frenos desde el interior de la mordaza. Debe extraerlo con mucho cuidado para no dañar la superficie metálica interior de la cavidad; se recomienda un palillo de dientes o plástico. Evite usar algún instrumento puntiagudo metálico. También puede haber óxido en las paredes interiores de la cavidad, lo cual puede contribuir a la falta de deslizamiento del émbolo. Limpie la cavidad y el émbolo por completo, con limpiador mineral; en último caso con alcohol industrial. Evite usar gasolina y diesel. Sople aire en todo el conjunto para eliminar todo sobrante de limpiador y alguna basura o polvo.
  • Existen modelos de carros cuya mordaza tiene un émbolo en la parte interior y otra en la parte exterior, es decir, que los dos émbolos tienen movimiento. Recuerde que el papel de los émbolos es ser presionados por medio de la fuerza hidráulica para así ejercer presión al disco de freno y esta fricción hace que la rueda disminuya su velocidad, con el consiguiente desgaste de las pastillas de frenos y a un largo plazo, el disco de freno.
  • En este punto, es deseable que haya adquirido con antelación en la agencia distribuidora, el conjunto de retenedores y empaques con la especificación de modelo y número de serie de motor. Si no lo hizo, es el momento de llevar la muestra del empaque y el retenedor que esté en mejor estado, para que en la venta de repuestos le puedan ofrecer el conjunto que corresponda al modelo, luego de haber verificado la medida de los diámetros interiores con un calibrador Vernier.
  • Coloque el empaque de hule en el surco o canal correspondiente, en la cavidad de la mordaza; en seguida, el retenedor en el borde de la cavidad de la mordaza. Ahora inserte el émbolo, con cuidado. Debe deslizarse un poco ajustado.
  • Coloque la mordaza en su lugar, primero con un tornillo para que tenga un punto de apoyo, gírela para que deje libre el área para instalar las pastillas; mejor si son nuevas, así todo el conjunto ha recibido mantenimiento. Ahora, coloque los tornillos o pasadores faltantes y asegure todo.
  • Drene todo el líquido de frenos viejo. Ahora fije la boquilla de la manguera, que transporta el líquido de frenos a la mordaza.
  • Vierta el volumen adecuado de líquido de frenos en el depósito central. Con la ayuda de una persona adulta, debidamente instruida al respecto, abra la válvula de drenado de líquido de frenos correspondiente y que su ayudante bombee con el pedal del freno hasta sacar todas las burbujas de aire del sistema que va a cada una de las cuatro ruedas. Asegúrese que el depósito central no quede vacío en cada fase que usted repita esta operación.
  • Baje al suelo el carro, enciéndalo y bombee varias veces el pedal del freno.
  • Ahora, maneje unos pocos metros o sáquelo de su estacionamiento con mucho cuidado y frene; recorra otros pocos metros de distancia y frene. Haga lo mismo varias veces más, para asegurarse que el sistema de frenos está funcionando bien. Haga un recorrido más largo.
  • Revise periódicamente en las horas por venir que no haya fugas en alguna parte del sistema de frenos; si hay alguna fuga, localícela y ajuste o corrija.

Disfrute de la compañía de esa maravilla de ingeniería automotriz, ¡SU CARRO! ¡Hasta la próxima!

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