DEFECTO POR AUSENCIA: ANTISOCIALIDAD
DEFECTO POR EXCESO: EXCESO DE
Sociabilidad: Estar inclinado al trato y relación con las personas, ya sea por convicción de la conveniencia de hacerlo o porque se gusta de ello.
¿Ser sociable es un “don de carisma” o un conjunto de decisiones?
En realidad se trata de una condición resultante de varias decisiones que tienen que ver con optar o no por convivir y hacer sinergia con los demás, en la medida de nuestras posibilidades, lo cual puede que además sea de nuestro agrado.
La primera observación que haría es que la sociabilidad no es una virtud exclusiva de los extrovertidos, como típicamente se pensaría; sino que es en sí, una condición que podríamos llamar “estar en disposición a entrar en contacto con” y que de hecho puede hacerse de agrado con mayor o menor concentración, según el gusto, prioridades y necesidades de cada persona.
Para comprender mejor cómo “se ve la virtud”, debemos entender primero, que hay dos tipos de persona en el mundo y que de acuerdo a esa tipología, éstas expresarán la sociabilidad de diferente manera, por estar regidos por diferentes tendencias, necesidades y virtudes interiormente. Ellos son: los extrovertidos y los introvertidos.
El primero en trabajar con la dimensión de extraversión/introversión fue Carl Jung (26 Julio 1875 – 6 Junio 1961, psicólogo Alemán), aunque ya antes de que Jung forjara estos términos, William James había llamado la atención sobre la diferencia que existía entre los individuos “de mente resistente” y los “de mente sensible”; “los que miran hacia afuera” y “los que miran hacia adentro”.
Jung definió al extrovertido como “la persona cuyo interés en general, se enfoca hacia la vida social y el mundo externo y no hacia sus experiencias internas”, por otro lado, definió al introvertido como “una persona que en general, se enfoca hacia sus pensamientos y sentimientos interiores”.
El Profesor Hans Eynseck (4 Marzo 1916 – 4 Septiembre 1997 psicólogo alemán) logró un claro entendimiento de cómo la introversión y la extroversión, combinada con el nivel de estabilidad emocional y el autodeterminismo, delimitan los rasgos de personalidad que provocan la mayor parte del comportamiento en el individuo.
La teoría de Eysenck se basa, principalmente, en la psicología y la genética. Aunque era un conductista que consideraba que los hábitos aprendidos eran de gran importancia, consideró que las diferencias en la personalidad se desarrollan a partir de la herencia genética.
Por lo tanto, estuvo fundamentalmente interesado en lo que se suele llamar temperamento. El temperamento es ese aspecto de nuestra personalidad que está basado en la genética natural, desde nuestro nacimiento o incluso antes.
Esto no significa que la teoría del temperamento implique que no contemos con otros aspectos de nuestra personalidad que son aprendidos; es sólo que Eysenck se centró en lo “natural” y dejó la “crianza” para que la estudiaran otros teóricos.
Eysenck, al inicio, concibió la personalidad en base a las categorías biológicas del temperamento Extroversión/Introversión y Neuroticismo/Estabilidad.
Eysenckhipotetizó que la extroversión/introversión es una cuestión de equilibrio entre “inhibición” y “excitación” en el propio cerebro. Las personas más sensibles suelen ser introvertidas.
La extroversión/introversión se relaciona con la tendencia de las personas hacia distintos tipos de actividades e intereses.
Las personas extrovertidas
Se caracterizan por la sociabilidad, la necesidad de excitación y cambio, actuar en el momento y son, por lo general, impulsivas.
Tienden a además ser optimistas y amantes del buen humor. También suelen ser agresivos, en el sentido de tener poca tolerancia a las frustraciones y el poco control de sus sentimientos.
El extravertido típico es sociable, le gustan las reuniones, tiene muchos amigos, necesita de personas con quien charlar y no le gusta leer o trabajar en solitario; busca las emociones fuertes, se arriesga; hace proyectos y se conduce por impulsos del momento; tiene siempre dispuesta una respuesta rápida y, en general, le gusta el cambio; es despreocupado, optimista y tiende a reír y vivir contento; esta persona prefiere el movimiento y la acción.
En la siguiente edición seguiremos hablando sobre los otros tipos de temperamentos…
Silvia Larrave
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