DEFECTO POR AUSENCIA: PESIMISMO
DEFECTO POR EXCESO:FALTA DE REALISMO
Optimismo: Propensión a ver y juzgar las cosas en función de su potencial creativo y constructivo más alto.
El optimismo es un ingrediente crucial para avanzar por la vida, que siempre está llena oportunidades para quien se enfoca correctamente.
Es posible interpretarlo “todo” desde varios ángulos y enfocarse en el lado positivo de las situaciones puede ofrecernos una visión mucho más constructiva de todo y ayudarnos a salir crecidos y mejorados, sin importar sobre que trate. No obstante, ver con optimismo no implica ver solo lo positivo de una situación,sino más una actitud a través de la cual, en la interpretación balanceada de lo positivo y negativo, intentamos enfocarnos en el potencial creativo positivo disponible y actuamos en función de ello.
Cuando pese a apreciar lo positivo y lo negativo de una situación somos capaces de equilibrarlo, para crecer y continuar reaccionando constructivamente a partir de lo evaluado.
Las personas optimistas son personas acostumbradas a ver y apreciar todo lo positivo en su realidad. No lo ponen por encima de lo negativo, sino en contraste a éste, y hacen el análisis del equilibrio y buscan lo que se puede construir a partir de lo que hay, enfocándose en adquirir poder sobre la situación y creatividad para responder ante su situación siempre con crecimiento y mejora continua.
Los optimistas pueden sobrellevar situaciones muy difíciles sin “descomponerse”, pues toman como algo natural el hecho de experimentar lo negativo y, por propia convicción, lo archivan entre las cosas “útiles de intentar aprender de” y luego con su análisis racional le sacan ventaja a lo previamente evaluado.
Los optimistas son muy cuidadosos para recopilar información. No se aventuran a suponer o a conjeturar, ni se comprometen sin pensar ni eligen cosas inconscientemente. Son objetivos y aprovechan todo al máximo de su potencial, no por omitir partes positivas o negativas, sino por ser capaces de evaluar el resultado de esa relación entre positivo y negativo, y llevarlo, con creatividad, a algo creciente y positivo.
El defecto por ausencia de esta virtud es el pesimismo. Las personas pesimistas ven las cosas con demasiada atención a lo que anda “mal” y, por lo mismo, sus emociones son de conflicto y negatividad, a partir de lo cual comienzan a interpretar la situación, no por su potencial sino por lo fallido y doloroso y con ello cierran su mente a convertir las cosas en algo positivo.
Los pesimistas son personas con el mal hábito de encontrar los defectos a todo, con algo de paranoia y un gran porcentaje de veces no logran aprender las lecciones ocultas en sus experiencias, por quedar amargados y enfocados equívocamente en lo negativo. Tienen que aprender a darle importancia a lo bueno y soltar su miedo, respirando profundamente y decidir conscientemente buscar cómo convertir las circunstancias en lo positivo que tengan potencial de ser.
El defecto por exceso de optimismo es convertirse en alguien irrealista, por poner la atención en lo positivo sin tener demasiada consciencia de lo negativo o de las consecuencias que estar en contacto con su realidad puede implicar.
Las personas en el exceso de optimismo sufren de falta de realismo y contribuyen grandemente a sus propios fracasos con su inconsciencia.
“Su mal” no es del todo mal, sólo necesitan equilibrar su visión y tomar consciencia de riesgos implicados, las partes no positivas y el tamaño de los compromisos que hay de por medio además de las oportunidades que tan fácilmente ven.
