¿Ha sido usted alguna vez parte de un equipo que no parecía mostrar algún progreso?
Tal vez el grupo estaba lleno de talento, recursos y oportunidades y hasta los miembros se llevaban bien, pero sencillamente NO IBAN a ninguna parte. Si ese ha sido su caso o conoce sobre alguno similar, hay una gran posibilidad de que la situación fuera ocasionada por la falta de visión.
¡No se pierda! Para poder ejercer acción positiva, debemos primero desarrollar visión positiva.
Todo equipo necesita una visión impulsora que le dé dirección. Una buena visión se compone de 2 elementos esenciales: sentido de propósito y miembros capaces de asumir compromiso con la visión.
Un sabio general de la segunda guerra mundial solía decir: “Antes de entrar en batalla, todo soldado debe saber cómo esa lucha calza dentro del panorama más grande, y cómo el éxito de su pelea influirá en la batalla y en la guerra como un todo.”
Para revisar que la VISIÓN de su equipo esté BIEN ALINEADA, debe tomar en cuenta los siguientes criterios que la orientan:
Moral (mirar desde encima)
La integridad y la ética no son sujetos a ser negociados. Si el equipo se maneja con estricta integridad y ética, entonces está bien alineado, sino es seguro que va por el camino equivocado y donde tarde o temprano se pagarán las consecuencias por esta desalineación.
Intuición (mirar hacia adentro)
Autores expertos afirman que “las visiones surgen de nuestra intuición”. Las experiencias de lo ya vivido alimentan nuestra intuición y nuestra intención de hacer o lograr algo la hace vibrar y se produce una visión. Esta vibración debe resonar en el líder y sus miembros de equipo, quienes deberán trabajar duro para llevarla a buen término.
Historia (mirar hacia atrás)
Una visión convincente y sustentable debe cimentarse en las experiencias y aprendizajes del pasado, nunca ignorarlo. Debe hacer uso positivo de todos los aprendizajes que han llegado a los miembros presentes y pasados que han servido a la organización.
Esto da seguridad a los miembros del equipo ya que la gente no alcanzará el futuro sin haber tenido contacto con el pasado.
Dirección (mirar hacia delante)
La visión da dirección al equipo. Parte de esa dirección viene de tener un sentido de propósito y el resto de tener metas claras lo cual ofrece objetividad y hace tangible a la visión. Esto es de gran importancia porque le da claridad al equipo sobre dónde debe enfocar sus energías y recursos momento a momento.
Estrategia (mirar alrededor)
Una meta no haría mucho bien al equipo sin las instrucciones para lograrla. La visión sin estrategia es un poco más que soñar despierto.
El valor de la estrategia es que ésta siempre apunta hacia la visión.
Identifica los recursos y moviliza en cierto orden a los miembros del equipo. Las personas necesitan más información que inspiración. Necesitan saber qué hacer y un camino a recorrer, para que la visión se vuelva realidad.
Potencial (mirar más allá)
Una visión verdaderamente grandiosa le dice al equipo lo que puede llegar a ser, si realmente vive sus valores y trabaja según las normas más elevadas. Hacer que las personas alcancen su potencial significa desafiarlas. Una cosa es hacer que los miembros aparezcan y otra es hacer que crezcan. Sin un desafío presente, muchas personas tienden a caer y consumirse en el día a día.
Si la visión de su equipo está correctamente alineada con estos 6 criterios entonces tiene muy altas probabilidades de éxito; y recuerde, a un equipo no sólo le es imposible crecer sin visión, sino que no puede sobrevivir sin ella.
Alejandro Larrave