La contaminación del planeta constituye uno de los problemas más críticos en el mundo y por ello que ha surgido la necesidad de la búsqueda de alternativas para su solución por parte de todos…
La tecnología ha avanzado prácticamente sin tomar en cuenta el peligro en que sitúa a las especies del planeta, causando la pérdida del equilibrio de todo el ecosistema, tanto por contaminación directa, como por la eliminación de especies animales y vegetales o el aumento de mal entendidos progresos tecnológicos.
Tras perder el equilibrio, el planeta sufre de diversos síntomas de autodestrucción como el calentamiento global, que provoca anualmente un sin número de desastres naturales que cobran miles de vidas humanas, sin mencionar la incidencia de enfermedades con origen en la contaminación del aire, agua y tierra.
Uno de los más graves problemas que tenemos, es la contaminación del aire que respiramos.
La población, puede hacer mucho para mejorar el aire que respiramos todos.
El uso excesivo del automóvil provoca un alto grado de contaminación del aire y si le sumamos que muchos de ellos se encuentran en mal estado y despiden gran número de contaminantes que afectan directamente a la salud de los individuos, podremos darnos cuenta de lo mucho que tenemos que mejorar para poder aliviar este problema.
La industria y el transporte son las dos principales fuentes de contaminación del aire. Datos oficiales revelan que el transporte público de pasajeros, de carga y particulares, generan el 80% del total de los contaminantes a la atmósfera, el 3% lo representa la industria y el 10% restante el comercio y los servicios.
Los principales contaminantes que despiden los vehículos automotores y que afectan la salud de la población, son: el monóxido de carbono, que se forma debido a la combustión incompleta en los motores de los vehículos que usan gasolina.
Los hidrocarburos se forman por componentes de la gasolina y otros derivados del petróleo. Los óxidos de nitrógeno, son contaminantes que por si mismos no representan problema, pero al hacer contacto con la luz solar, produce compuestos tóxicos.
El plomo, se origina a partir de los combustibles. Es usado como aditivo antidetonante para gasolina y las partículas que pueden flotar o sedimentarse y se conocen como partículas suspendidas totales.
Podemos esperar a la creación de leyes que obliguen a controlar la emisión de gases o podemos prever que en el futuro los talleres y aceiteras que cuenten con este equipo estarán a la cabeza de la elección de vida y de la responsabilidad social de preservar los medios del planeta.
Tenemos que empezar a contribuir voluntariamente para controlar que los vehículos estén completamente afinados y produciendo la menor cantidad de contaminantes y empezar a reconocer que el problema no es del gobierno, sino de todos nosotros.
Sugerencias:
– Incluya el servicio de control de emisión de gases en su taller.
– Reporte los problemas relacionados a la emisión de gases a sus clientes como algo imprescindible de solucionar.
– Provea a los clientes de un servicio hecho a consciencia de todas las partes del vehículo que tienen que ver con este problema.
– Permanezca dispuesto a hacer chequeos regulares de los vehículos para efectos de mantenimiento y salud ambiental.
– Promueva la divulgación de la importancia de mantener en óptimas condiciones los vehículos.
– Promueva la consciencia dentro del personal de la empresa de la gravedad del problema y lo mucho que su trabajo de todos los días puede aliviarlo.
– Promueva el transporte colectivo de los empleados.
– Reduzca el uso de vehículos que no sea imprescindible usar.
– Contribuya a reciclar todos los productos que puedan causar contaminación.
– Contribuya a guardar áreas verdes.
Para tener un aire más limpio, es necesario que TODOS CONTRIBUYAMOS a mejorar nuestro entorno. La naturaleza es de todos y está en nuestras manos el conservarla para legar a nuestros hijos un ambiente sano.