Hasta ahora, las transmisiones de los automóviles eran básicamente de dos tipos: por un lado, la más extendida… la manual y por otro lado, la automática.
La manual se presta a una gratificante conducción deportiva y a mantener un mayor control sobre el coche; da la libertad al conductor de hacer los cambios al momento que el considere necesario, pero implica utilizar más componentes para realizar los cambios.
Sin embargo, la automática es mucho más suave y nos permite olvidarnos de elegir constantemente el cambio adecuado, la conducción es más relajada y confortable y puede ser incluso, más segura, pues hay menos cosas de las que estar pendiente al momento de conducir.
Los mayores inconvenientes de la transmisión automática son su mayor costo de fabricación y mantenimiento, así como las pérdidas que tiene el convertidor de par, que reducen las prestaciones y aumentan los consumos; aunque esto está desapareciendo, con los nuevos motores, de mayor desempeño y menor consumo.
La caja automática ha evolucionado para poder adaptarse a estos requerimientos.
Es un hecho que las transmisiones de tipo automático no tenían gran aceptación en nuestro mercado, por mitos que se escuchaban con frecuencia, por ejemplo, en cuanto a que la caja falla mucho, que no había quien la pudiera reparar y la disponibilidad de repuestos.
Esto ha cambiado y el punto de vista de usuario también; actualmente, se ve una cantidad mayor de vehículos automáticos que años atrás y su número va en constante aumento.
No ocurre así en algunos mercados europeos y muchísimo menos en Estados Unidos, donde representan más del 90%; país donde es impensable comercializar un automóvil sin cambio automático.
Hay varios factores que debemos de tomar en cuenta para tomar la mejor decisión, al momento de invertir en un vehículo y si éste debe ser mecánico o automático.
Entre ellos puede sobresalir qué uso le daremos.
Si es de tipo familiar, de trabajo, de uso diario, en carretera, en el campo, en la ciudad.
Hay quienes, sin importar el propósito para el cual necesiten el vehículo, se quedan con un mecánico, tal vez por años de costumbre a utilizar un vehículo como tal se resisten a utilizar un automático.
En las ciudades, donde se vive entre el tráfico, es más ventajoso un vehículo automático y de preferencia con motor pequeño.
En el campo, si es un vehículo de trabajo y éste se va a desplazar en caminos de tierra y montañosos la mejor opción es un vehículo mecánico.
Pero si se piensa en un vehículo de uso familiar y el grupo es grande, la mejor opción sería un vehículo automático.
En carretera y recorridos largos, es ventajoso un automático.
Si piensa invertir en un vehículo usado, tome en cuenta hacer un diagnóstico electrónico y uno específico de la caja automática, para determinar el buen funcionamiento de la misma y así disfrutar de una placentera conducción que le ofrece una caja automática.
Marcos Carrillo
TRANEX GUATEMALA /EL SALVADOR
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