Las personas eligen seguir a los líderes que consideren meritorios y ver si las causas que lo promueven son importantes.
Con mucha frecuencia, las personas que aspiran liderar a otros, entienden este concepto al revés.
Creen que si tienen una visión suficientemente inspiradora o la causa que persiguen es suficientemente buena, entonces los demás los apoyarán y seguirán; el problema está en que el liderazgo no funciona así en realidad.
Según nos enseñan los maestros del liderazgo, lo que ocurre primero es que las personas eligen seguir a líderes que consideren meritorios y luego se interesan por ver y entender si la causa que promueven es loable.
Entender esto, hace que sea necesario cambiar la manera de aproximarse a dirigir a las personas para lograr un verdadero apoyo. Existen algunas simples realidades que es necesario entender para poder crear una organización exitosa.
- Cuando los seguidores de una organización “no compran” al líder o la visión que él tiene, simplemente, comenzarán a buscar otro líder. Esto puede tomar muchas formas, en las organizaciones más fuertes y consolidadas, donde los seguidores saben integrarse estratégicamente para hacer valer su voluntad; eventualmente consiguen suficiente fuerza para hacer que un líder se vaya, ya sea que renuncie o que sea derrocado. Algunas veces, simplemente, dejan de colaborar con el líder actual, de forma pasiva, limitando su capacidad de mover a la organización en la dirección que desea y, con esto, lo colocan en una posición en la que no consigue resultados, lo cual es, usualmente, insostenible para alguien que pretende liderar. En otro tipo de casos, donde los seguidores están menos integrados, simplemente, comienzan a ver hacia fuera en búsqueda de otras organizaciones que pudieran interesarse en ellos y que se perfilen lideradas de una manera que les resulte más aceptable. Un líder puede, de forma temporal, conseguir cierto apoyo de gente que no lo quiere al mando y es, ejerciendo influencia a partir del temor de las personas a represalias, que él pudiera tener si no le colaboran.
- Cuando los seguidores de una organización sí compran al líder, pero no a la visión que él promueve, la organización queda limitada en su potencial. Esta frecuente realidad también puede tomar muchas formas; algunas veces, los seguidores procuran convencer a su líder de que cambie su visión; otras veces, dejan de lado su punto de vista y adoptan el de aquel y otras, les toca negociar y término medio. Lo cierto es que hasta no resolver esta dualidad, el potencial de la organización está seriamente amenazado.
- Cuando a los seguidores compran al líder y a la visión, siguen y apoyan a ambos. Esta realidad es el escenario idóneo en que todo líder desea encontrarse, pues favorece la realización del potencial de la organización y de la visión que el líder tiene.
- Sin embargo, lograr esta posición requiere de mucho trabajo y progresar, primero que nada, como líder y conseguir que la gente lo quiera y le dé su apoyo. Esto le exigirá esperar un tiempo durante el cual tendrá que hacer exclusivamente acciones para ganarse el respeto de la gente. Una vez haya alcanzado esto, le corresponde trazar una estrategia para llevar a su gente a enfrentar a los argumentos que les permitan negociar y terminar comprando la visión que les ofrece.
Alejandro Larrave
“El éxito se mide por su capacidad de llevar a la gente a la meta que debe alcanzar, pero no podrá realizarlo si primero no apoyan su liderazgo.”
John Calvin Maxwell (1947- ) es un autor, conferencista y pastor Estadounidense
que ha escrito más de 60 libros enfocados en liderazgo.