Cualquier equipo tiene la necesidad de ser alimentado por un combustible que sirva para moverlo; los equipos ganadores, además de usar eficientemente su combustible, aprenden a encontrar nuevo en las pequeñas victorias de su día a día.
Considerando que son seres humanos los que conforman equipos, indistintamente de su propósito, debemos mantener claro que las personas respondemos a estímulos para movernos y actuar.
El combustible del que hablo es el que consumen las personas de un equipo para comunicarse, coordinarse y moverse como una unidad.
Algunas personas llaman a este combustible motivación, yo prefiero llamarle moral.
La moral alta en un equipo es multiplicadora de actitud positiva, entusiasmo y garra. Así mismo, tiene un efecto de elevador, ya que con ella, la actuación de los miembros del equipo mejora.
El equipo se enfoca en su potencial y no en sus problemas, los jugadores se sienten confiados y esta confianza les ayuda a arriesgar y alcanzar un nivel superior.
Cuando se pierde la moral ocurre el efecto opuesto, el enfoque va hacia los problemas, baja en todos el compromiso, se ahuyenta a otros en vez de atraerlos y las personas se dedican a ver por sí mismas en vez de por sus compañeros.
La moral alta es fuente de energía para los jugadores, pues les da fuerza para afrontar los retos y para completar proyectos. Funciona también como eliminadora de obstáculos, ya que de alguna forma los hace verse de menor dificultad y tamaño. Así también es la fuerza que libera al equipo de sus limitaciones y esquemas para actuar.
El ganar le da al equipo tiempo para respirar y esto le permite pensar fuera de la caja, atreverse a preguntar, sugerir y probar cosas nuevas, arriesgar y ganar de nuevas y mejores formas.
Posiblemente, la gran pregunta es ¿cómo conseguir una moral alta en mi equipo? y la respuesta es que se logra a través de un avanzar por 4 etapas, que no es fácil y requiere tiempo y dedicación de un líder fuerte, dispuesto a trabajar por alcanzar y mantener esa moral alta.
Etapa 1
Moral Escasa – Equipo negativo, sin movimiento o desesperanzado. Lo que corresponde es:
Investigar la situación: Trabajar por componer lo que el equipo hace mal y que necesita arreglo.
Inspirar confianza: Lograr que la gente crea en sí misma es la llave del cambio y se logra con el líder mostrando autoconfianza y demostrando confianza a los demás, aun si ellos todavía no creen en sí mismos.
Producir energía: El deseo de cambiar sin la energía necesaria para hacerlo frustra a las personas. Para subir el nivel de energía el líder debe de estar lleno de energía y trabajar de esta forma con sus colaboradores hasta que logre contagiar a alguno y esto se esparza a los demás.
Transmitir esperanza: Ésta es posiblemente la mayor necesidad de las personas en esta etapa y necesitan que su líder los ayude a ver el potencial del equipo y sostener esa visión.
Etapa 2
Moral Baja – Equipo lento, se mueve pero con dudas, falta agilidad y determinación.
Modelar una conducta de alto rendimiento: Los individuos hacen lo que ven hacer. Enseñe con el ejemplo cómo se espera que un miembro del equipo trabaje.
Desarrollar relaciones con personas con potencial: Si el equipo tiene algunos productores de resultados, desarrolle su relación con ellos y ayúdelos. Si no, traiga productores al equipo y desarrolle la relación con ellos.
Consiga pequeñas victorias y celébrelas con el equipo: Nada ayuda a las personas a crecer en capacidad y confianza que tener algunos triunfos ya consigo.
Comunique la visión: Mantenga a la vista del equipo claramente planteada la visión y los valores del equipo.
Etapa 3
Moral Media – El equipo ya se mueve más y ganó cierta velocidad.
Hacer cambios que hagan mejorar al equipo: Con frecuencia es necesario remover miembros del equipo que no contribuyen o que son freno para el buen desarrollo equipo.
Recibir apoyo de los miembros: Más allá de comunicarles la visión, la clave está en lograr que los miembros en efecto se alineen y actúen con los valores y en dirección de la visión.
Comunicar compromiso: Los miembros se beneficiarán de que sea evidente que el compromiso de su líder está firme con el equipo y la visión.
Desarrollar y capacitar miembros para el triunfo: Reconozca en cuáles de los miembros del equipo sería más necesario y beneficioso invertir en capacitación y desarrollo. Ayúdelos a estar mejor equipados y preparados para ganar.
Etapa 4
Moral Alta – El equipo se mueve ágilmente y requiere dirección.
Mantener equipo enfocado y en curso: La moral alta lleva a ganar y ganar mantiene la moral alta. De aquí la importancia de mantener el enfoque, ya que si lo pierden dejarían de ganar y la moral bajaría.
Comunicar y celebrar triunfos: Cuando las personas saben que están haciendo las cosas bien, mantienen su rumbo fácilmente.
Eliminar lo que dañe la moral: Un rol del líder en esta etapa también es proteger al equipo de aquellas cosas que le distraen y pueden tener por consecuencia que la moral baje.
Dejar que otros líderes dirijan: Forme a otros líderes en el equipo y deles espacio para que puedan dirigir y fortalecer el liderazgo y confianza del equipo.
Conseguir una moral alta es un gran logro, mantenerla es aún mayor logro, pero es el trabajo del líder y una necesidad básica para un equipo de alto desempeño. Reconozcamos pues la necesidad de poner atención en la moral de nuestro equipo y de trabajar en ella.
Alejandro Larrave
alarrave@motoresymas.com