La logística,como lo define la Real Academia de la Lengua Española, es el conjunto de medios y métodos necesarios para llevar a cabo la organización de una empresa o de un servicio, especialmente de distribución.
La distribución es definida como el arma estratégica que las empresas utilizar para poder llegar a sus clientes y consumidores de una forma óptima. Es facilitar el proceso de adquisición de un producto por parte del cliente.
Ambas son partes fundamentales para el comercio, ya que es el puente entre los productos y los mercados que están separados por el tiempo y la distancia. Y es que este tipo de actividad no sólo es una vaga coordinación de recoger y entregar, pues cuenta con un proceso en el que su producto debe ir debidamente empacado, para evitar golpes o movimientos involuntarios, que ocasionan muchas veces alteraciones al producto a entregar y luego que los productos sean trasladados rápida y efectivamente.
Muchas empresas valen su ventaja competitiva a los tiempos de entrega, por ejemplo, 24 horas después de hecho su pedido o entrega en el mismo día; en fin, varios tipos de ventajas que hacen que un proveedor sea tomado en cuenta sobre la competencia.
Existen dos etapas para básicas en la logística:
- Una optimiza el flujo de material constante a través de una red de enlaces de transporte y de centros de almacenaje.Por ejemplo, se coordina el camión o transporte que se encargará de recoger en la bodega de distribución, cargarla al vehículo transportista y trasladarla al punto que el remitente ha indicado.
- La otra coordina una secuencia de recursos para realizar un determinado proyecto. Acá se contempla el tipo de embalaje que se utilizará para mandar el producto, los cuidados que debe llevar la mercancía en el caso de manejar carga delicada o muy pesada.
Es decir, que la función logística se encarga de la gestión de los flujos físicos (materias primas, productos acabados) y se interesa en su entorno (recursos, bienes relacionados a la producción, servicios).
Mientras una cadena de distribución es el diseño final de los puntos de recolección, almacenaje, entrega y selección de rutas. Esto implica también la selección del tipo de transporte a asignar a cada ruta, para que se pueda llegar desde el punto de recolección hasta el punto de entrega de manera confiable y con un costo óptimo.
Por ser una operación sumamente importante, lo ideal es delegar esta operación a una empresa dedicada exclusivamente a este tipo de negocio.
Una empresa de distribución, aparte de llevar el producto al destinatario final, lleva controles en cuanto a tiempos, dando seguimiento a su flotilla y a los puntos en los que se encuentran durante el trayecto de los transportes y resguardan las mercancías con coberturas especiales garantizando la entrega a tiempo y sin riesgos.