UNA ALTERNATIVA EFICAZ Y AMIGABLE CON EL AMBIENTE Uno podría pensar que sólo cambiar uno mismo no va a terminar con el problema de sobrecalentamiento global, ni de escasez de agua y mucho menos de la contaminación de la misma, pero lo cierto es que cada uno se haga responsable únicamente de su parte, el problema se resuelve…
Los grandes problemas siempre están compuestos de pequeñas cosas que sumadas hacen una gran diferencia. Queremos traer a su atención la importancia de ajustar un hábito que puede resultar tremendamente influyente en los niveles de contaminación y malgasto de agua. El hábito al que nos referimos es el de lavar los carros. Ha pensado usted alguna vez, que si cada quien lava su carro al menos una vez al mes, ¿la cantidad de litros de agua contaminada resultante debe ser enorme?
Si nos ponemos a pensar que la manera tradicional de lavar el carro suele implicar usar una manguera o corros abiertos, calculando que el promedio de agua que se usa por lavado es de 569 litros, imagínese esto multiplicado por el número de carros que alcanza a ver usted en un día de tráfico común… ¿se puede imaginar de qué cantidad de agua contaminada estamos hablando? Y si esto sucediera por lo menos una vez al mes, entonces imagínese al año, ¿Cuánta agua ya hemos contaminado?
Lavar los carros usando una cubeta con agua mejora un poro el problema de desperdicio, pero aún así el promedio de agua usada en cada lavada es de la menos 40 litros por lavada, lo cual multiplicados mensualmente por el número de usuarios de carros, tampoco es una cifra nada despreciable.
En todo caso, queremos contarle que existe la posibilidad de “lavar el carro seco” ¡SÍ!, ¡Leyó bien! Existen ya en el mercado algunos productos, que además de ofrecer la ventaja de poder limpiar el carro prácticamente sin agua, son de hecho biodegradables y no tóxicos. Por ejemplo, en Guatemala contamos ya con el producto que ofrece la empresa Autosensaciones, que tiene la particularidad de humectar los aceites naturales de la pintura, restaurando su apariencia y brillantez, en un tiempo mucho menor a lo que tomaría lavar el carro con manguera o cubeta y sin rayar la pintura como suele suceder cuando se lava de la manera tradicional.
Apenas se rocía el producto a la superficie del carro frotándolo después con una toalla de microfibra y listo, el producto encapsula, levanta y desprende la suciedad por partículas. El uso continuo de este producto crea una capa protectora que impide que el polvo se adhiera a la pintura. Un litro de este producto rinde un promedio de 10 lavadas lo cual es muy económico.
