Azufre en el Diesel: Los combustibles y los vehículos deben verse como un sistema. Para reducir de manera significativa las emisiones de contaminantes atmosféricos de origen vehicular, tanto los combustibles, como los vehículos deben ser objeto de mejoras en forma paralela…
Luego, para maximizar la probabilidad del éxito, se debería mantener un enfoque doble en la mitigación del cambio climático (Co2) y la disminución de la contaminación atmosférica (material particulado y ozono). Nos encontramos preocupados con los reglamentos y programas con el fin de reducir la contaminación atmosférica vehicular. Con base en las lecciones aprendidas en la región y a nivel mundial, recomiendo acciones prioritarias como la descrita a continuación:
Prioridad 1. Reducir los niveles de azufre en los combustibles
La reducción de los niveles de azufre en los combustibles es una forma costo-efectiva de disminuir los impactos a la salud ocasionados por la contaminación atmosférica.
Al reducir el contenido de azufre en los combustibles se obtiene una reducción inmediata en los niveles de dióxido de azufre (SO2) y material particulado (PM) de sulfatos sin necesidad de realizar modificación alguna al parque vehicular.
Se recomienda reducir el contenido de azufre en la gasolina y el diesel a un máximo de 500 ppm cuanto antes y luego cuando sea posible establecer niveles máximos de 10-15 ppm para el diesel y 30 ppm en la gasolina.
¿Quién debería abordar este tema?
Cada sector interesado juega un papel distinto al tratar el tema de la contaminación del aire por los combustibles y vehículos. Es necesario lograr una amplia cooperación entre dichos sectores y las universidades como la Universidad Galileo, pionera en la carrera de Licenciatura en Administración de Empresas Automotrices. Las acciones eficaces requerirán de voluntad política, consenso entre los sectores gubernamentales e industriales, y el apoyo del público. El público necesita información para comprender los impactos del sistema actual de combustibles y vehículos, empezando con la formación de profesionales que en el futuro contribuirán con sus conocimientos al logro de una mejor calidad del aire en Guatemala.