Estimado lector, iniciamos ya el último trimestre de 2009. En todos los aspectos de nuestra vida, incluidos los negocios, tenemos el derecho de ejercer nuestra libertad para decidir cómo usaremos nuestro tiempo, atención y energía…
A lo largo de conocer y entrevistar a varios empresarios, me ha parecido impresionante notar como es de marcado su enfoque competitivo; están constantemente actuando enfocados en competir invirtiendo dinero, tiempo y energía de sus empleados, sacrificando sus ganancias e inician campañas y actividades cuya función es ganar un espacio de mercado mientras se lo “quitan” a un competidor. El propósito de esta meditación no es restarle mérito a las habilidades competitivas de algunos empresarios sino resaltar y llevar la atención a la posibilidad de hacer negocios y transacciones menos hostiles y más creativas.
Algunos grandes pensadores del mundo de los negocios nos han propuesto cambiar el paradigma competitivo por uno creativo, con esto expandir las oportunidades de nuestro negocio hacia escenarios donde la competencia no es importante. Hacer esto no es sencillo, pero vale la pena preguntarse si no sería más valioso para nuestro negocio, empezar a crear más y competir menos.
Esta mencionada creatividad no es otra cosa que innovar de forma significativa y radical la propuest de valor que ofrecemos a nuestros clientes. Sentarse a pensar seriamente respecto de los valores agregaos que daremos a nuestras clientelas, y de la experiencia que vivirán al comprar nuestros productos o servicios, de forma que podamos darles en cada transacción más valor y experiencias diferentes, así como estimulantes, es verdaderamente crear.
Para poder crear es necesario pensar con libertad y así atreverse a buscar hacer las cosas de una forma diferente a lo acostumbrado. Hacer las cosas de forma diferente no quiere decir con menos rentabilidad o con menos ganancias. Es importante reconocer que las empresas que son creativas siempre pueden cobrar mucho más por sus productos o servicios que las empresas que no los son, pues estas últimas se queda obligadas a competir en el espacio de mercado de siempre dicha competitividad, usualmente muy agresiva, limita seriamente las posibilidades de supervivencia, rentabilidad u crecimiento que toda empresa busca.
Para una empresa que está comprometido con innovar y elevar su propuesta de calor a través de la creatividad, siempre es posible trabajar y desenvolverse en mercados donde la competencia no es importante y donde la relación con los clientes constantemente intercambia altos niveles de calor económico y de valor agregado.
El primer paso para integrar la creatividad a nuestra empresa es pensar en el largo plazo a identificar ¿Cuál podría ser nuestro destino si permanecemos en el espacio de mercado actual, compitiendo por nuestros compradores?… ¿Cuántos desgaste habrá?, ¿Cuánto espacio de mercado me quitarán?, ¿Cuánto le quitaré a mis competidores?, ¿Cuántas ganancias tendré que sacrificar para mantener o crecer un poco mi posición?, ¿Vale la pena?, o más bien ¿Vale más la pena invertir ahora en desarrollar un nuevo espacio de mercado, rediseñado por completo la propuesta de valor?
El segundo paso consiste en reconocer que somos libres y que siempre es posible elegir.
El tercer paso es tomar una decisión y empezar a actuar en pro del cambio.
Los invitamos a pensar en su negocio, en una perspectiva de largo plazo y a considerar iniciar un ciclo de creatividad e innovación en su vida y empresa.
Frase del Mes
Crear es tan difícil, como ser libre.
Elsa Triolet (1896-1970) Filósofo y novelista francesa.