¡Lo barato sale caro!
Frase célebre que la escucho desde que tengo uso de razón y encaja con este artículo, pues la caja automática no está lejos de sufrir las consecuencias de usar en ella lubricantes de bajo precio. Comentamos, en el artículo anterior, que la vida de útil de la caja automática, depende de los mantenimientos y sé de muchos conductores que son asiduos con el cambio de aceite de la caja automática, pero buscan lubricantes muy baratos.
Es entendible. ¿Quién, en estos tiempos difíciles, no hace lo que sea por hacer que su dinero rinda lo más que se pueda? Y con esto en mente, compramos el aceite o bien, le pedimos a nuestro mecánico que busque el más barato.
En el mercado existe toda una gama de lubricantes, desde marcas reconocidas hasta las envasadas en casa; y claro, así es su costo.
Recuerdo que cierta vez en una plática con un compañero, me decía que estaba feliz con el aceite que usa en su motor, porque no sólo barato, sino que mejor aún, al hacer la revisión rutinaria del nivel de aceite la bayoneta medidora marcaba el nivel correcto y el aceite transparente, después de un buen tiempo de uso. ¿Pero será bueno esto?
Posteriormente, un experto nos dijo: Que el aceite en un motor se vea limpio después de cierto uso no es lo mejor para un motor, pues contrario a lo que pudiéramos creer, los buenos lubricantes, están elaborados con agentes lubricantes, protectores, detergentes limpiadores para que las impurezas y el desgaste no se queden en las diferentes superficies del motor, sino que el aceite las remueva, garantizando así un buen funcionamiento. De allí que un buen aceite no se ve transparente al observar la bayoneta medidora.
Lo mismo sucede en la caja automática, por ser un componente con funciones hidráulicas, dispone de piezas de acoplamiento y presión de aceite para poder funcionar. Esto, normalmente, genera calor y un lubricante de mala calidad, al ser sometido a estas condiciones de trabajo, hace que la caja automática manifieste síntomas en recorridos cortos o largos. Muchas veces en recorridos cortos no se perciben, pero al conducir el vehículo en carretera, nos topamos con una serie de síntomas, que al comprobar el nivel y aspecto del aceite aparenta estar limpio.
Los síntomas mencionados se deben a que un lubricante de mala calidad produce espuma, no genera adherencia al acoplar los discos, no limpia y se desgastan piezas blandas como bujes y anillos; endurece empaques, entre otros, y el resultado final es que la caja automática necesite una reparación.
Los servicios a tiempo de su caja automática, harán que disfrute de la comodidad de conducir un vehículo automático y una calcomanía con fecha y kilometraje es una buena herramienta para recordarle el mantenimiento. Mejor aún, en los vehículos modernos valerse de los dispositivos de información que le alertarán en su momento, pero no olvide incluir en su próxima compra un buen aceite, porque tenga presente que “lo barato sale caro”.
Marcos Carrillo
TRANEX GUATEMALA /EL SALVADOR
