La vida tiene sus cosas que, por más que uno quiera cambiar, vienen con “el paquete de estar vivo“ y son, por definición, las reglas que rigen nuestra existencia… nos guste o no estar sujetos a ellas… sepamos o no de su existencia… entendamos o no cuál es »la tarea« que se desprende de esas condiciones…
Hasta aquí es claro para todos que nos guste o no “así es la vida y siempre va a ser así”… Entonces ¿qué opciones nos quedan? ¿cómo le hacemos para ser felices?
Si estas 5 cosas son inevitables al vivir, simplemente nos toca aceptarlas y el reto se convierte en “cómo le hacemos“ para “procesar nuestros pensamientos“ en cada pedazo del camino donde nos las encontramos.
La habilidad para procesar duelos es entonces una de las más importantes que podemos necesitar en la vida:
¿Qué es un proceso de duelo?
Simplemente es ese proceso que nuestra mente requiere hacer para transformar una experiencia de pérdida, pesar o dolor, en gracia y aceptación.
¿En qué consiste?
En transformarnos ante el dolor, ayudándonos a comprender el tema que es la causa de nuestra aflicción. Un proceso de duelo consta de 5 etapas (modelo de Elizabeth Kübler Ross):
1. Negación
2. Ira
3. Regateo
4. Dolor
5. Aceptación
1. Negación:
Esta parte sucede sin que seamos conscientes de ella, hasta que de pronto algo la rompe… un comentario de alguien, un suceso o simplemente, las consecuencias de plantearnos las cosas como si no fueran verdad o como si no tuvieran gran importancia. Ejemplo: cuando alguien nos hace notar que tenemos un defecto… al principio no podemos creerlo. Lo mismo suele ocurrirnos cuando nos pasa algo que nos parece demasiado malo o fallece un ser querido.
Para salir de la fase:
El primer paso es saber que no siempre te dices la verdad a ti mismo y que aún si no te das cuenta, puedes prestar mucha atención y darte cuenta de lo que realmente tienes en frente, a partir de enseñarte a reconocer algunas señales de que puedes estar en negación, tales como un enojo sin explicación cuando escuchas ciertos comentaros o simplemente una sensación de sentirte irritable sin saber muy bien por qué.
2. Ira:
Inmediatamente al salir de la negación, la sensación predominante es ira. Un enojo de gran intensidad y viene acompañado de pensamientos, a través de los que culpas a alguien o algo por tu desdicha. El tema con la ira es que algunas personas la usan como sustituto del coraje y por ello a veces no terminan sus duelos.
¿Cómo salimos de esta fase?
Asumiendo toda nuestra responsabilidad. Entendiendo que si nos pasó a nosotros es que nos tocó por causarlo, ya sea por acción u omisión. Y en el caso de los fallecimientos, simplemente se trata de aceptar que todos morimos de una u otra forma alguna vez.
Continúa en la siguiente edición…
Suerte!
Silvia Larrave
Extracto del libro:
“Cómo vivir en paz con las 5 cosas inevitables de la vida“
info@silvialarrave.com