para poder evitar consecuencias negativas en tu vida
¿Cómo separas una buena decisión de una mala, de manera objetiva? Simple: por sus consecuencias.
En la práctica, puedes hacer TODO y vivir todas las consecuencias hasta que entiendas… o puedes ahorrarte y ahorrarles a los demás gran sufrimiento, pensando con anticipación sobre los temas que rigen las buenas y las malas decisiones.
Al revisar nuestras acciones y omisiones, podemos ver fácilmente que todos estamos detrás de un mismo fin siempre: FELICIDAD Y LIBERTAD
La única diferencia es el concepto de cómo creemos que eso puede lograrse.
Algunos piensan que van a lograrloimponiendo su bienestar egoístamente sobre los demás. Otros piensan que sacrificando su propio bienestar van a lograrlo. Pero ambos conceptos son errados. Basta con observar los efectos de corto, mediano y largo plazo de vivir bajo estos conceptos, para darse cuenta que no puede ser así. Pero para conciliar necesidades es necesario saber escuchar empáticamente a todas las partes y hacer a un lado las emociones propias, hasta poder establecer dónde queda ese equilibrio. De lo contrario, las relaciones se quebrarán por nuestra rigidez mental, dejándonos solos para vivir en una eterna indignación y sensación de injusticia, porque simplemente no hemos sido capaces de ver el otro lado de las cosas.
Lo cierto es que para vivir felices en comunidad necesitaremos ser capaces de decidir y actuar en función de mantener en equilibrio las necesidades de los individuos versus las necesidades grupales. Sólo a través de vivir en ese equilibrio se logra la felicidad y la justicia.
No es sencillo discernir sobre dónde queda ese punto de equilibrio; toma tiempo de análisis y una disciplinada observación atender a las señales de consecuencias iniciales y saber corregir el rumbo y, lógicamente, esto no sucederá a menos que tomemos tiempo para pensar por nosotros mismos acerca de lo que está sucediendo y el cómo se originó y a partir de ello esclarecer las políticas y puntos de partida que usaremos en lo sucesivo para actuar.
Se les llaman ”VALORES” a todos los conceptos que sirven de punto de partida para equilibrar el bienestar individual con el bienestar de grupo.
Conceptos distorsionados o difusos darán como resultado decisiones y hábitos con consecuencias inesperadas y potencialmente desagradables.
Valores claros equivaldrán a decisiones y hábitos acertados, sin consecuencias indeseables y asegurarán que nuestros seguidores (niños, empleados, feligreses, etc.) puedan seguir el ejemplo, felices porque no habrá injusticia en nuestra manera de actuar.
Cada valor no esclarecido causa efectos drásticos en nuestra vida y la de todos los que nos rodean, también suelen repetirse en círculos viciosos a veces largos y a veces cortos.
Por eso es tan importante e implica tanta responsabilidad el practicar la meditación analítica habitual que pueda esclarecer esos valores y nuestras preferencias al respecto, lo más pronto posible. Luego tomar las acciones necesarias para traernos al equilibrio, a través de cultivar las virtudes.
Silvia Larrave – info@silvialarrave.com