Si ya tienes una meta y te consagras en cuerpo y mente a lograr su realización, sin duda e inevitablemente la alcanzarás a pesar de todas las dificultades, los tropiezos y obstáculos; nada te detendrá, puedes alcanzar el puesto más alto en el campo en el que te desenvuelvas o en el negocio que has soñado.
No trates de ser como la mayoría, muchas personas son conformistas no les gusta esforzarse, no les gusta estudiar o ser mejor cada día. No les copies, salte del montón; no comas lo que la mayoría come, no pierdas el tiempo en lo que la mayoría lo pierde. ¿Cuántos son empresarios? ¿Cuántos son altos gerentes? NO es la mayoría; copia de los mejores, lo mejor de cada uno; imita los buenos hábitos, cambia las actividades que frenan tu desarrollo, tu camino hacia el éxito.
La mayoría de personas quieren 6 días de descanso por uno de trabajo, no ir a seminarios, no estudiar, evita a la mayoría e imita a la minoría; por supuesto, la minoría exitosa: como visten, como hablan, etc. Si te comportas como la mayoría no te vas destacar, no te estás diferenciando. Porque lo hace la mayoría, no necesariamente quiere decir que está bien, por eso el liderazgo difícilmente puede ser democrático, porque al pedir la opinión de todos, la mayoría va a votar por no trabajar o trabajar menos; la mayoría se inclina por el no esfuerzo, en dejar las cosas “más o menos” y no nos podemos dar ese lujo en ningún tipo de trabajo.
Todos tenemos modelos; cada quien escoge su modelo. Todos están tratando de influir en todos, consciente o inconscientemente. Piensa por un momento quiénes están tratando de influir en ti; además, nosotros buscamos otros modelos para dejarnos influenciar por ellos, pueden ser tus amigos, compañeros de trabajo, jefes, profesores, familiares; lo que ellos dicen o hacen afectan tus pensamientos y acciones, otra vez consciente o inconscientemente, no está mal si el modelo que estás siguiendo es una persona que ha logrando más que tú, que es un modelo que vale la pena seguir.
¿Quiénes suelen ser nuestros modelos? Las personas que admiramos, que respetamos; gente que nos convence, nos atrae, nos inspira confianza, CREEMOS lo que dicen y lo que hacen lo tomamos como bueno y, por lo tanto, tratamos de hacerlo igual. Pueden ser actores, cantantes, escritores, personas de las que hemos leído su biografía; estos modelos o prototipos nos guían, no cuestionamos lo que dicen o hacen, estamos de parte de ellos, hacemos una alianza. Si se equivocan los comprendemos, y los justificamos. La verdad absoluta de ellos marca nuestro futuro porque hacemos lo que ellos aprueban y dejamos de hacer lo que desaprueban; dejamos que dirijan o guíen nuestras vidas.
Es interesante cuando dejamos que este tipo de personas nos aconsejen, porque los escuchamos, no sólo en las áreas donde estas personas tienen éxito, sino en cualquier otra faceta. Un buen deportista te está aconsejando qué ropa debes usar o a dónde irte de vacaciones; qué debes estudiar o qué debes trabajar. Esto es bueno en algunos casos, pero son muy pocos, porque una personas que tiene 100 en un área difícilmente tiene 100 en todo. Que alguien sea mejor que nosotros en un área no significa que sea mejor en todas las áreas, pero regularmente maximizamos sus habilidades y minimizamos sus debilidades.
La contra parte son las personas en las que no confiamos, pueden tener 100 en alguna área de su vida, pero como no nos caen bien no las escuchamos; no las imitamos. Nosotros también tratamos de convertirnos en modelos de otros, especialmente de las personas que nos rodean, las que amamos. Cuando tienes un modelo, tratas de demostrarle que eres un buen alumno, que somos tan listos como esa persona quiere que seamos. No podemos cometer errores porque estaremos en peligro de que esa persona nos admire.
En conclusión, hay que tener cuidado con los modelos que escogemos, porque estaremos tratando de cumplir los requisitos que nos pongan. Si esos requisitos van a ayudar a que tengamos 100 en las diferentes áreas de nuestra vida que bueno, ¡excelente!, pero sino, te va afectar en tu búsqueda hacia el éxito. Hay personas que quieren ser tu modelo aunque no hayan logrado más que tú; tratan de convertirte en el tipo de persona que ellas son; hasta que te convenzan que son mejores, se hacen tus modelos y las sigues automáticamente.
Tú ya eres modelo para alguien, quieras o no; te lo hayas propuesto o no; amigos, vecinos, compañeros de trabajo, tu familia, tú estás influyendo grandemente en ellos. Te pregunto: ¿Estás contribuyendo positivamente el crecimiento integral de esas personas? ¿Los estás ayudando a avanzar o los estás frenando en su búsqueda del éxito? Lo que tú digas o hagas influye en ellos, aunque tú no te lo propongas. No tienes que ser un gran líder; tú ya estás siendo modelo para alguien. Si tú mejoras, ellos mejoran; si tú empeoras, ellos también. Entre más personas te siguen, mayor es tu liderazgo. Procura beneficiarlos a todos; evita perjudicarlos. Tú eres el modelo para esas personas; si haces cosas acertadas te imitarán y si haces cosas equivocadas también lo harán.
Otra conclusión: ten cuidado con lo que dices, con lo que haces, con lo que aconsejas, porque tú estás contribuyendo o afectando a alguien en su búsqueda del ÉXITO.
Oswaldo Morales