Uno de los factores más preocupantes que hemos producto observar en los últimos años, es el drástico y rápido cambio del clima, que cada vez se vuelve más extremo. Pasamos de sequías a huracanes y la lista de daños es enorme….
¿Recuerda usted el huracán Mitch? ¿O el huracán Stan? Guatemala si. Aún no se ha terminado de reconstruir todo lo que se perdió. La economía no es la única en sufrir. Cada año la furia de la naturaleza reclama miles y miles de vidas humanas y animales alrededor del mundo. Y los efectos han comenzado a sentirse aún en regiones donde nunca antes habían sucedido cosas semejantes. Como es el caso del huracán Katrina en Nueva Orleans, Estados Unidos.
Pero, ¿a qué se debe este cambio climatológico en realidad? La respuesta es simple pero abrumadora:
A nosotros, los seres humanos.
Esta verdad puede resultar muy inconveniente para muchos en la industria pero en general para todos, pues para solucionar esta crisis, todos tendremos que cambiar nuestros hábitos.
Nosotros, sometemos diariamente a nuestro planeta a la emisión de múltiples gases dentro de los que destacan el dióxido de carbono (Co2) y el metano que, poco a poco, forman una capa alrededor de la atmósfera que atrapa el calor que se produce por la radiación de los rayos del sol sobre la tierra y los retiene para formar lo que los científicos denominan “el efecto invernadero”.
Con todo ese calor atrapado entre la tierra y la última capa de gases, el agua de los océanos se evapora y la humedad es succionada de los suelos para luego ser liberada abruptamente en forma de tormentas y huracanes, en contraste con las tierras áridas y completamente estériles que quedan en otras partes.
¿Nos ha traicionado la naturaleza? ¿O la traicionamos nosotros a ella?
Los científicos han sido capaces de determinar que al ritmo en que estamos contaminando nuestra tierra y aire, el planeta podría sucumbir en los próximos 50 años. (Ver película “An Inconvenient Truth” de Al Gore que se puede alquilar en Blockbuster) Los mapas del planeta tendrán que ser re-dibujados, pues en el proceso actual de calentamiento, está el derretimiento de las costas congeladas de los polos y, al ritmo en el que está sucediendo la des-hielación, muchas partes del planeta serán borradas del mapa, en cuanto se derrita el ártico o Groenlandia. Causando la aniquilación instantánea de cientos de miles de personas alrededor de todo el planeta.
¿Pero qué tenemos que ver usted y yo con todo esto?
Parece un problema tan grande que no parece tener que ver con las personas comunes y corrientes como nosotros, sino con las industrias y los gobiernos, pero no es cierto, usted y yo somos una parte sustancial del problema, pues nuestras pequeñas acciones sumadas , son una gran parte del mismo. Estamos en el medio de una colisión entre “civilización” y la tierra.
Y tristemente nuestra evolución tecnológica combinada con nuestras malas costumbres de abuso y negligencia, han transformado este problema en un monstruo que está a punto de devorar el sistema de vida entero.
Como estos cambios se han dado de forma gradual frente a nuestros ojos, puede que no estemos consientes que el problema está creciendo de manera exponencial. Imagínese. En tan solo 50 años podría haber acabado la vida en le planeta.
Le diría además que usted encuentra entre las personas más importantes del planeta, puestos que por sus manos pasan cada día muchos vehículos, que son de los contaminadores principales del planeta. Como usted bien sabe el escape de los vehículos arroja constantemente CO2 al ambiente así que por favor, haga todo lo posible por afinar bien los motores.
Por sus manos también pasan sustancias altamente contaminantes y debilitadores de nuestro ecosistema, como lo son aceite y los gases emitido por llantas al quemarse o calentarse por el Sol.
También nos dedicamos a acabar con especies animales completas como el tiburón, simplemente porque su aspecto nos infunde enorme miedo, sin tener en cuenta que este viejo gigante de los océanos es un contribuyente a la regulación de emisiones Co2 del mundo oceánico, que representa un porcentaje altísimo del Co2 total en el ambiente. Al extinguirlos a ellos nos estamos extinguiendo a nosotros mismos. Consulte http://www.sharksavers.org/index.php
Es como el caso de las ranas:
Si salta a un balde de agua caliente inmediatamente saltara de vuelta hacia fuera. En cambio si entra al agua cuando está todavía fría y luego la fuéramos calentando gradualmente es posible que la rana se queda hasta que muera cocinada, por haber sido incapaz de notar los cambios que estaba sucediendo contantemente y la dirección hacia la que ellos la llevarían.
Hay muchas formas en que todos podemos contribuir.
10 pequeñas cosas que pueden ayudar a reducir el problema:
1. Recicle aceite, llantas, plásticos, metales, vidrios y papel.
2. Cambie todas las bombillas incandescentes, por unas ahorradoras de energía. Ello ayuda a reducir el consumo de energía y por ende la emisión de Co2.
3. Limpie y/o cambie los filtros de sus aires acondicionados con regularidad.
4. Use menos agua caliente al día, pues toma mucha energía el calentar agua.
5. Desconecte del tomacorriente todos los aparatos que no estará usando constantemente pues muchos de ellos consumen energía aún cuando al estar apagados.
6. Siembre todos los árboles que pueda! Ellos convierten el Co2 en oxígeno.
7. Coma menos carne roja. Las vacas y su carne son uno de los principales emisores de metano, otro de los gases que causan el problema.
8. Camine cada vez que le sea posible, para ahorrar tiempo de uso de los vehículos
9. Prefiera la energía generada de manera orgánica.
10. Cheque sus llantas semanalmente, para asegurarse que están bien infladas, pues ello contribuye a optimizar el uso de gasolina y con ello nuevamente se reduce la emisión de gases.
El problema es de todos. La solución también ¿está usted listo para cambiar?