Todos, absolutamente todos, contamos con 24 horas por día, el que mejor uso haga de estas 24 horas, llegará a alcanzar el éxito. Claro, éxito es alcanzar nuestras propias metas y eso es diferente para cada uno. Independientemente de a qué le llamamos éxito, la buena administración de nuestro tiempo es crucial…
Muy pocas personas definen o planean su vida, a la mayoría les gusta improvisar, el no planificar para el éxito nos conduce regularmente al fracaso.
Es sano e importante preguntarse regularmente: ¿Estoy haciendo con mi vida lo que realmente deseo hacer?. El definir claramente nuestros sueños, objetivos y metas, en base a nuestros principios y valores, son la guía para saber qué debemos hacer día con día. Esto nos motivará a levantarnos de la cama con entusiasmo, con alegría para ir tras esas cosas que tanto anhelamos. Día con día debemos dar un paso hacia la realización de esa meta, pero con tanto que hacer, siempre me pregunto ¿cómo hago para alcanzar estas metas? mi repuesta siempre es: FOCALIZA! Has una lista detallada de todas las actividades que vas a realizar en el día, una noche antes y ordénalas de acuerdo a la importancia que ésta tenga en función a cuánto te acerca a tu objetivo más importante.
Alrededor del 20% de tus actividades son realmente generadoras del 80% de tu éxito y en forma inversa, el 80% de tus actividades sólo generan el 20% de tu éxito, por lo tanto, debes identificar entre todas tus actividades y a las que no son importantes no le dediques tiempo, las que puedas delegar, hazlo, pero debes darle seguimiento para que se realicen. Si tratas de hacer todo tú, nunca avanzarás hacia tus objetivos más importantes. Nuestra vida está hecha de tiempo, el no utilizarlo adecuadamente sólo nos hace desperdiciar nuestra vida. La frase “Dios perdona el tiempo” no es tan válida, porque este recurso no es renovable. Por más dinero que se tenga no se puede comprar una hora o un día más.
El lograr dominar nuestro tiempo, equivale a lograr dominar y tomar control de nuestra vida. Es lograr vivir una vida plena, llena de logros y satisfacciones. Si hasta el momento no hemos dedicado tiempo a educarnos y prepararnos para poder alcanzar esas metas, nunca es tarde, reprogramemos esa mente con nuevos mensajes cada día.
Así como nos alimentamos tres veces al día, démosle alimento a nuestra mente, así como nos bañamos y refrescamos por las mañanas, así debemos refrescar nuestra mente con conocimientos nuevos. LEAMOS nuevos libros que nos motiven a ser mejores personas, escuchemos audios de ventas, servicios al cliente y cuantos temas más productivos encontremos en el mercado y así mismo hay videos; con 30 minutos diarios, en menos de un año nos volveremos expertos en ese tema que estudiemos día con día.
Es importantísimo darle órdenes correctas a nuestro cerebro, si decimos “no nos gusta leer”, por supuesto que no vamos a leer. Si decimos “soy un tonto, no se me quedan las cosas”, de la misma manera va responder tu mente. Sin embargo, si decimos “que interesante es la lectura, que útil es para mi vida”, tu cerebro buscará la forma de ser coherente con lo que le dices. Mensajes como “que pereza leer”, “apenas tengo dinero para lo básico, no voy a tener para libros”, el cerebro se lo cree y no hace el más mínimo esfuerzo para que tú inicies esa nueva forma de vivir. No le des mensajes negativos ni en broma, tu mente no sabe de bromas, no sabe si es un sueño o es realidad, simplemente capta el mensaje que le envías y actúa en función a ese mensaje.
¿Es una ventaja o desventaja? Si tú tienes control sobre tus pensamientos es una gran ventaja, ahora si no tienes control sobre los mensajes que le envías, estás en un problema serio, porque si tú no tienes el control, lo tendrá todo lo externo que está a tu alrededor.
El trabajo duro no necesariamente nos conduce al éxito a menos que esté debidamente orientado hacia metas suficientemente claras y bien definidas. Además debemos asignar prioridades a nuestras metas, valores y principios que gobiernan nuestra vida y debemos periódicamente examinar nuestras acciones, para ver si éstas se encuentran en línea con nuestras prioridades. A esto se le llama “focalización”, si no tienes metas u objetivos, prácticamente vives todos los días como se te van presentando, no te extrañe algún día lamentarte por todo lo que pudiste hacer y no te diste el tiempo para sentar las bases de tu éxito, que parte de un sueño y gran deseo de alcanzarlo, pero ese deseo debe ser tan poderoso que se vuelve obsesión al grado que todo el día estás pensando en qué debes hacer para alcanzarlo.
La administración del tiempo no es más que la administración de las actividades que conforman nuestra vida, si tenemos control sobre estas actividades tendremos control sobre nuestra vida. La administración del tiempo se basa en las siguientes premisas:
La necesidad de planear, escribir las metas para el día, para el mes y para el año.
Establecer prioridades, enfocarnos en aquello que es verdaderamente importante.
El aprender a decir no, no a las trivialidades, no a aquello que no va de acuerdo a nuestros valores y principios; y no a querer hacer todo por nosotros mismos.
El delegar cuanto sea posible.
Terminar todo aquello que empezamos.
Todos los días tomamos decisiones, unas son buenas y otras no lo son. Decide de una vez por todas, tomar control sobre tu vida, tomando control sobre tus actividades diarias, si quieres empezar a ser un experto en el tema te recomiendo el libro “El Factor X” del Dr. Camilo Cruz, un verdadero maestro en este arte. Les deseo muchos éxitos, hasta pronto.
