Toda persona debe, al mismo tiempo que está buscando la solución a sus problemas, estar buscando la manera de alcanzar el éxito; no es aconsejable esperar resolver todos los problemas para luego buscar el éxito. La meta es progresar a pesar de los problemas. Muchas personas dicen: voy a progresar cuando la tormenta termine. Los que buscan el éxito, hacen que los admiren más porque la actitud frente a los problemas es positiva. Es muy recomendable que conozcas, exactamente, cuándo estas lejos del éxito, muy cerca o te falta un tiempo medio por llegar.
Te ayuda mucho resolver los problemas cuando los enfrentas de una vez, no debes dejar que crezcan más. Para ejemplificarlo mejor, recuerda al malabarista que está en el circo con 4 o 5 platos y todos los está haciendo girar, uno en la mano derecha, otra en la izquierda, igual en los pies y hasta en la boca; le pone atención a todos al mismo tiempo, no deja que ni uno solo deje de girar, de lo contrario se quiebra, ¿qué significa esto? A pesar de los problemas, tienes que tener la habilidad para ir tras tus objetivos, sin desmayar, sin bajar la fuerza y el interés; el 80% de tiempo debe ser para atender el progreso y 20% para atender los problemas; el primero te ayudar a avanzar y el segundo te hunde.
Si no puedes resolver problemas cotidianos, menos podrás resolver problemas cuando seas rico. Debes convertirte en experto en resolver problemas comunes, para pasar a resolver problemas de otro nivel. Debes orientarte hacia las soluciones, puedes divertirte, puedes descansar, pero no olvides que tienes que buscar también el progreso. El mayor tiempo debe ser trabajando y el menor divirtiéndote o descansando; progresar es prioritario, progresa mientras encuentras solución a tus problemas actuales.
Cuando tienes bien definido qué es éxito para ti, podrás saber cuando ya lo alcanzaste y tienes que saber qué vas hacer cuando esté ahí, controlar esa nueva posición, controlar lo ganado, porque en un mal movimiento, lo puedes perder todo. El momento más difícil es después de una victoria, porque te descuidas, estás más vulnerable, se te sube el éxito a la cabeza, descuidas las disciplinas básicas, dejas de hacer lo que te llevo a él.
Al alcanzar tus primeros éxitos no debes quedarte ahí, debes seguir avanzado hacia nuevos objetivos, debes buscar otro punto en el horizonte, a esto se le llama seguir progresando. Progreso continuo, preparación continua, éxito ilimitado. Avanzar es mucho más fácil que iniciar, la clave es mantenerse avanzando.
El problema de dejar de avanzar es que, automáticamente, empiezas a retroceder; por ejemplo: si tienes agua en el fuego llega a calentarse y se empieza a enfriar cuando apagas el fuego, así pasa con tu negocio, en el momento que tú te detienes, que dejas de inyectarle calor y dedicarle tu pasión, en ese momento se empieza a enfriar. Si le pones a tu negocio lo mínimo, ¿adivina que te va a dar? lo mínimo, si le das el mínimo de esfuerzo, dedicación, tiempo, entusiasmo y pasión, los resultados serán mínimos. Debes mantenerte buscando otros puntos. Es difícil avanzar en la tormenta de problemas, quizás la tormenta misma no te deje avanzar, pero tienes que cuidarte de la ella, al mismo tiempo que cuidas tu avance. No puedes quedarte esperando que la tormenta pase, porque no sabes cuánto va a tardar en pasar; a veces llega un problema tras otro y si no avanzas, lo problemas te entierran. Aunque el avance sea lento, tienes que seguir avanzando, hacia otros puntos.
Las circunstancias pueden ser favorables, neutrales y adversas, son estas últimas las más importantes porque son las que más te motivan a lograr cosas. Los problemas, las dificultades, necesidades, obligaciones, peligros, castigos, todos estos problemas generan insatisfacción que, a la vez, genera un deseo y estos nos obliga a actuar.
Cuando tienes una circunstancia favorable, no haces nada, estás en tu zona cómoda; de la misma manera si la circunstancia es neutral; por ejemplo, si te dicen están votando una casa y tú preguntas, ¿Cuál? R/ “La que está a dos kilómetros”, como no es la tuya no te mueves, no te afecta, es una circunstancia neutral; si fuera tu casa sería una circunstancia adversa. Podría ser que si no tuviéramos esas circunstancias adversas no nos moveríamos. Si todo se obtuviera fácil seríamos unos inútiles, no tendríamos que comer sano, no tendríamos que hacer ejercicio, no nos tendríamos que cuidar, porque nunca nos enfermaríamos.
Si no existieran las circunstancias adversas, no tendrías que estudiar, ni prepararte, porque no tendrías que buscar trabajo, la vida sería muy aburrida. Tú sabes la emoción que genera que tengas que luchar por sobrevivir, luchar por conseguir cosas, luchar por conseguir pareja, luchar por todo. Qué rico tener esa sensación de logro por lo que tú has conseguido, qué bueno que tenemos inteligencia para luchar por lo que queremos. En conclusión, las circunstancias adversas son duras o difíciles, estas son los estímulos más grandes que forjan hombres más disciplinados y más fuertes.
Un mismo estímulo puede causar resultados diferentes, dependiendo si eres fracasado o exitoso; en la persona de éxito origina: motivación, deseo, acción, reto, desafío, lo pone a estudiar, origina preparación, estimula la prevención, desarrolla auto confianza, afirmación, estímulo para la habilidad, capacidad para los cambios, crecimiento, desarrollo, coraje, ingenio, competencia, orgullo, eleva la auto estima, hace que desarrolle fuerza, resistencia, lo hace inquebrantable, desarrolla una mayor capacidad de lucha, todo esto provoca que tenga recompensas, satisfacciones, felicidad; en conclusión, las dificultades son normales la diferencia está en cómo tomar estas circunstancias, esto depende de cada uno de nosotros, ¿Para ti la adversidad es un estímulo que te permite crecer o que te deja estancado sin poder avanzar?,¡Muchos Éxitos!
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Lic. Oswaldo Morales
Cursos de motivación, ventas, servicio al cliente y otros por correspondencia
