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Ganar requiere actitud ganadora, pero ganar en equipo requiere además, mentalidad de equipo

Por extraño que suene, la estadística de equipos deportivos, empresas, iglesias y organizaciones no lucrativas demuestra que es muy frecuente que como individuos lleguemos a pertenecer, muchas veces en nuestra vida a un equipo, pero que lo hagamos con una mentalidad incorrecta que no favorece la integración y que el equipo logre sus metas. Una explicación para esto está en las razones personales que llevan a una persona a buscar integrarse al equipo. Puede que las motivaciones más básicas sean correctas, por ejemplo: porque necesita un trabajo y unirse a una empresa le resuelve esa necesidad; o bien porque desea practicar un deporte y unirse a un equipo le permite hacerlo.

El problema de muchos equipos es que algunos de sus miembros tienen otras ambiciones individuales de éxito que pretenden alcanzar a costa del equipo.

Para algunos es importante lucirse individualmente o ser reconocidos como el mejor; o bien, obtener un título o tal vez ganar más dinero; o quizás una posición de mando.  Las ambiciones individuales toman muchas formas y es importante decir que no son malas en sí mismas. Estoy convencido que las distintas ambiciones que las personas tienen pueden ser buenas si se canalizan correctamente. Éstas se convierten en un problema cuando se anteponen a la meta y los objetivos del equipo.

Para que un equipo gane, sus miembros deben siempre mantener en mente que la meta u objetivo del grupo es más importante que su participación o la victoria individual que desean alcanzar.

Los equipos triunfadores tienen jugadores que ponen el bien del equipo por encima del de ellos. Quieren jugar en la posición que les corresponde, pero están dispuestos a hacer lo que sea necesario para el bien del equipo. Incluso, están dispuestos a sacrificar su actuación por alcanzar la meta mayor. Lograr que un grupo de individuos que trabajan juntos, pase de ser varias personas independientes a conformar un equipo que actúa integrado es algo que toma tiempo, pero se puede alcanzar poniendo en práctica los siguientes puntos:

1. Visualice el esquema completo

Un grupo de personas sin una meta clara para todos no va a ninguna parte. Las personas de un equipo se sacrificarán y trabajarán juntos sólo si pueden ver hacia donde se dirigen con el trabajo que ejecutan. Si usted es el líder de un equipo, su función es hacer lo que solamente usted puede hacer: pintar el cuadro con el esquema completo a su gente. Sin esta visión de esquema completo, NO van a encontrar el DESEO de alcanzar la meta.

2. Mida su situación

Cuando uno puede ver el esquema completo puede reconocer cuánto le falta todavía para alcanzar su objetivo. Para algunas personas, medir la brecha que hay entre lo que se ha hecho y lo que falta por hacer puede ser deprimente. Desde la óptica de un equipo integrado, ver esta brecha es un reto que se resuelve con disciplina, dedicación y un poco de tiempo.

3. Gestione los recursos que se necesitan

Siempre se necesitan recursos: dinero, equipamiento, maquinaria, productos, instalaciones, etc. Mientras mejores sean los recursos de un equipo, menores serán las DISTRACCIONES que tendrán los integrantes en su esfuerzo por alcanzar su meta.

4. Integre a las personas correctas

Cuando de un equipo exitoso se trata, las personas son lo más importante. No sólo cada persona debe saber hacer su trabajo, sino tener sobre todo, la ACTITUD correcta para integrarse con sus compañeros de equipo.

5. Renunciar a las agendas personales

Los integrantes de los equipos que ganan siempre se preguntan: “¿Qué es lo mejor para el equipo?” y están CONTINUAMENTE dejando de lado sus agendas personales para actuar en pro del bien del grupo, aunque esto implique hacer cosas que no les gustaría o no les corresponde hacer normalmente. La clave de este punto es pedir a los miembros que empiecen a operar de esta forma y lo vuelvan un hábito.

6. Eleve el desempeño a un nivel superior

Solamente cuando los jugadores se unen y renuncian a sus propias agendas personales, un equipo puede elevar su desempeño a un nivel superior. La sinergia del trabajo en equipo requiere de esta clase de sacrificio.

Desafortunadamente, algunas personas prefieren apegarse a su búsqueda por victorias personales y enfocarse en ellos y no en lograr victorias de equipo que son mucho más grandes que ellos mismos.

El resultado de esto es que estas personas truncan su propio potencial y provocan que las personas que dependen de ellos también pierdan.

 

Por último, es importante mantener a la vista que todos los miembros de equipo deben beneficiarse siempre y de ganar por pertenecer a la organización; si esto no se da, entonces la organización dejará de existir tarde o temprano, ya que no es sostenible. Sin embargo, la clave está en que los integrantes ganen y se beneficien de las victorias que logren como grupo y no de sacrificar al equipo por cumplir sus metas personales.

 

 

Alejandro Larrave

[email protected]

 

 

“Si un equipo va a desarrollar todo su potencial, se requiere que cada jugador esté dispuesto a subordinar sus metas personales al interés del equipo.”  Bud Wilkinson(1916 – 1994) Jugador de futbol americano, coach, comentarista y político estadounidense

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