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Cambio de sensores

Los sensores son piezas eléctricas que sirven para monitorear en el tablero de instrumentos, el correcto funcionamiento de algún componente o mecanismo de nuestro carro.

Para explicar de una mejor y más sencilla manera lo anterior, utilizaré como ejemplo el sensor de la temperatura del líquido del radiador.

Este es un cilindro construido por dos metales diferentes, uno en la parte externa (frecuentemente cobre o bronce) y otro en la parte interna; en seguida lleva una rosca y un entorno hexagonal. Luego se encuentra la terminal eléctrica positiva, la cual está aislada internamente de la parte eléctrica negativa o tierra. En la mayoría de ocasiones, la parte negativa es la rosca, que, a su vez, está en contacto con el chasis (chassis) y la carrocería (body).

Internamente, se aplica el principio elemental de la resistencia al paso de la electricidad. Cuando el carro está frío la resistencia del sensor es alta, lo que se traduce en que la electricidad se transmite con dificultad al indicador de la temperatura en el tablero. Al subir la temperatura, la resistencia disminuye y la electricidad llega con mayor facilidad al indicador. Ahora el conductor puede leer e interpretar el indicador analógico o digital en el tablero de instrumentos.

Desde hace décadas todos los vehículos poseen sensores. Pero en los últimos años, los vehículos han sido dotados de sensores incluso para prevenir colisiones delanteras o traseras, para medir la humedad del ambiente y la altitud sobre el nivel del mar. También existen los sensores de control de la caja de velocidades o aspidómetro, para medir el nivel del aceite de la transmisión, la presión del aceite del motor, el oxígeno en los gases del escape, la temperatura del líquido del radiador y de arranque.

Los vehículos de fabricación reciente dependen cada vez más de la información que los sensores envían al Electronic Control Unit (ECU) o lo que en forma genérica la mayoría de personas llaman “la computadora” del carro. Por lo tanto, debemos estar vigilantes con estos sensores y lo que indiquen ya que de ello depende el funcionamiento óptimo de nuestro carro.

Los sensores, como piezas electromecánicas de nuestro carro, también tienen un tiempo de vida útil. Deben ser cambiados de manera preventiva, pero en caso contrario, tan pronto empiecen a presentar los primeros síntomas de fallas.

Algunos sensores son muy fáciles de cambiar como el sensor de temperatura del líquido refrigerante del radiador del pick up Nissan DLX, diésel. Muchos mecánicos le llaman termostato. Este sensor se encuentra en un punto muy cercano al radiador ubicado en su caja (thermostathousing). Para proceder a la remoción, se desconecta la terminal positiva y se extrae el sensor de manera muy sencilla con una llave de cola del tamaño apropiado; luego, con un cepillo pequeño, por ejemplo un cepillo de dientes, se limpia la rosca de la caja y se instala y reconecta el nuevo.

Cuando se trata de otros sensores, se necesita una llave de copa (socket) larga y con el diámetro apropiado. En otros casos, la copa debe tener una ranura longitudinal. Esta puede adquirirse en lugares especializados en herramienta para mecánica El costo de esta llave podría parecer alto, sobre todo si se utilizará eventualmente.

La ranura de la llave de copa sirve para visualizar el sensor y en ella encaja el conector, en la mayoría de casos se necesita esta copa para extraer el sensor de oxígeno 1 o primario, ubicado en el área de los tubos de los gases de escape del motor, cuyo buen funcionamiento es determinante para que nuestro carro trabaje con la cantidad correcta de oxígeno y combustible, tal y como viene programado de fábrica en el ECU.

Los sensores también pueden ser diagnosticados -aún sin desmontarlos- si se conocen los rangos específicos de los voltios cuando el carro está encendido, ya sea marcha en vacío (en ralentí), acelerado (revolucionado), o con la ayuda de un probador (tester, específicamente, un ohmiómetro). Algunas veces estos rangos los puede encontrar en el manual de su carro.

  • Estacione el carro, coloque la palanca en la posición de la 1ª. velocidad en los vehículos con caja manual o en la posición “P” en los vehículos con caja automática.
  • Retire la llave de la ranura de encendido.
  • Ubique el sensor en el que ha previsto trabajar.
  • Limpie el área adyacente al sensor, con una brocha o cepillo.
  • Desconecte la terminal eléctrica positiva del sensor.
  • Elija la (s) llave (s) que necesita para extraer el sensor. Si el sensor no cede, agregue un poco de aceite especial, conocido como penetrante, para aflojar roscas.
  • Extraiga completamente el sensor e instale el nuevo.

Deberá levantar el carro sobre trozos de madera o torres de mecánico si lo que necesita es sustituir el sensor 2 o de oxígeno, el cual se ubica en el convertidor catalítico.

El sensor de oxígeno o sonda lambda funciona hasta cerca de 160,000 kilómetros sin dar problemas. Sin embargo, es muy importante saber que la forma correcta de proceder es estar atento al indicador o ícono de “checkengine” en el tablero de instrumentos, y a continuación ir con el taller calificado de nuestra confianza para que le diagnostique el problema conectando el escáner OBD II (OnBoardDiagnostics) en el ECU. A partir de allí, el mecánico le dirá el problema y sugerirá la solución. Recuerde que el papel del mecánico automotriz es insustituible, el ECU no es más que un instrumento para diagnosticar y dar una pronta y correcta solución a la falla que presenta nuestro carro, para evitar el “ensayo y error”, es decir para no estar probando hasta encontrar el problema, como se hacía hace muchos años, aun con mecánicos altamente calificados.

Algunos mecánicos aconsejan cambiar los sensores cada cierta cantidad de kilómetros o millas, como parte del mantenimiento preventivo, pero es un poco difícil determinar ese rango de distancia porque se deben tomar en cuenta otros factores, como los hábitos de manejo.

Es aconsejable revisar siempre el estado del conjunto de cables de los conectores (harness) de los sensores, los cuales deben permanecer limpios. Recuerde que el polvo, la grasa, la tierra y la mugre acumulados alrededor de algún sensor, pueden ocasionar una función incorrecta del mismo. Debe limpiar con una brocha o un cepillo de tamaño apropiado.

Una última recomendación: cuando desee lavar el motor, llévelo preferiblemente con el mecánico que usted frecuenta, ya que el ECU y algunos sensores deben ser protegidos adecuadamente y evitar que se mojen. Incluso si usted tiene un carro con carburador, este también debe cuidarse. Le aseguro que su mecánico le dará de muy buena gana el servicio de lavado de motor, por si usted no lo sabía.

¡Hasta la próxima!

 

Armando Orenos Ortiz

                                          Magíster en Educación

                                          [email protected]

 

 

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